Itongadol.- Paul Rozenberg, director de CUJA y representante del Keren Hayesod para Argentina, mantuvo una entrevista con ItonGadol en la que informó sobre la decisión de implementar las denominadas aulas híbridas para garantizar el aprendizaje de los chicos que asisten a las escuelas de la red escolar judía de la Argentina.
«Pensamos en un modelo que decidimos llamar ‘aula híbrida’, que es un aula que consta de un proyector interactivo de última generación, con 15 tablet, un micrófono, una cámara y unos parlantes, de tal forma que la clase pueda ser dictada por el maestro independientemente a donde estén los alumnos y donde esté el maestro», explicó.
A continuación, los tramos más importantes de la entrevista a Paul Rozenberg:
IG: ¿Cómo prevé que será la relación del Keren Hayesod con las instituciones escolares de la Argentina para este año?
PR: Entendemos que lo que ocurrió en 2020 no se va a terminar en 2021, es decir, la pandemia nos va a acompañar seguramente uno o dos años más. Si miramos algunos países ese proceso seguramente será más corto y en otros países será más largo pero la pandemia y los efectos de la pandemia estarán. Dentro de esos efectos incluyo el tema que tiene que ver con la escolaridad, me queda claro que no va a desaparecer y vamos a volver a una normalidad diferente. Y es en ese sentido lo que estamos básicamente haciendo es ir pensando en lo que hicimos en 2018 y 2019 cuando pusimos en marcha las “Aulas inteligentes”. En ese momento, si no me equivoco, entregamos 15 aulas durante dos años, que eran aulas muy completas, con mucha tecnología, aulas caras, y tenían que ver con la presenciabilidad de 30 alumnos por aula. Volviendo a este año, la situación es que vamos a tener que adecuarnos a lo que en el mundo de la escolaridad se llama las capsulas escolares, que ya se usa en parte del mundo. La clase se divide en dos o en tres grupos de alumnos, una capsula va a la escuela, otra capsula se queda en casa, quizás una tercera capsula va a la escuela a otra aula, y la idea es que todos puedan a la vez recibir la misma clase dictada por un profesor. De esta forma se ahorran recursos y los profesores pueden trabajar con cierta normalidad, sabiendo de que eso tampoco va a ser tan sencillo porque por las experiencias y lo que venimos escuchando del mundo alcanza que alguno de los chicos de esas capsulas se enferme para que toda la capsula tenga que quedarse en cuarentena durante dos semanas. Entonces pensamos en un modelo que decidimos llamar “aula hibrida”, que es un aula que consta de un proyector interactivo de última generación, con 15 tablet, un micrófono, una cámara y unos parlantes, de tal forma que la clase pueda ser dictada por el maestro independientemente a donde estén los alumnos y donde esté el maestro. Es decir puede haber 15 alumnos en el aula con el maestro físicamente y el maestro utilizando la pizarra inteligente y los chicos en casa y en el aula participando en conjunto. Puede estar el maestro desde su casa activando la pizarra inteligente que está en la escuela y los chicos parte en la escuela, parte en otra aula en la escuela y parte en la casa. O sea la idea es potenciar el uso de estas aulas que vamos a llamar “aulas hibridas” y permitirles a las escuelas que traten de aprovechar al máximo la tecnología. Así surge la idea, nosotros decidimos hacer un plan piloto en enero, en este momento hay 13 escuelas que ya están implementando o instalando las aulas hibridas como prueba piloto y si todo va a salir bien nuestra intención es comprometernos en el 2021 a traer 70 aulas hibridas más.

Paul Rozenberg (centro) en la inauguración de un aula inteligente de CUJA en el colegio Beth.
-IG: ¿Cómo surge la iniciativa? ¿Fue tomada de una experiencia israelí?
-PR: Tanto Israel como muchos países en el mundo en 2020 tuvieron ciertos niveles de escolaridad, tomando en cuenta todo lo que comente antes, con grupos más pequeños, encapsulados, con chicos que se ven juntos cumpliendo ciertos requisitos y ciertas normas. Es de ahí que surge la idea de implementar un producto, que quizás se implementó en algunas escuelas en Israel, pero que realmente creado aquí, creado en Argentina pensando y viendo las experiencias de Israel y otros países del mundo en cuanto a cómo se mueven estas cápsulas a la hora de la verdad. Vuelvo a repetir, una cosa es dividir al aula en tres grupos y decir tu vienes esta semana y otra semana, siguen en casa. Entonces fue un poco un entendimiento de la realidad de cómo se manejo la escolaridad en Israel, un poco de investigación que hicimos de otros países, sobre todo en Europa, y de ahí buscar la tecnología que mejor pudiera servir parar lograr que la normalidad se pueda llevar al máximo de su expresión en circunstancias de pandemia.
-IG: ¿Hay antecedentes de esta modalidad en la Argentina o es la primera vez que se va a implementar?
-PR: Hay antecedentes en universidades que la han implementado parcialmente, sin conocer todas las posibilidades que tiene la tecnología. Así que creo que vamos a ser pioneros en esto, y la intención es más allá de estas 13 que ya están entregadas y que se están instalando, las 70 que esperamos lleguen en los próximos meses,. La intención es que las escuelas también puedan generar contacto con el proveedor y si quieren más pedirlas directamente. Nosotros podemos hacer un compromiso por 13 seguramente y otras 70 más.
-IG: ¿Cómo recibieron las escuelas la propuesta?
–PR: Las escuelas están felices. Nosotros abrimos esto para que las escuelas se anotaran, explicando cuáles eran los requisitos, y se anotaron más escuelas que las 13 que pudimos apoyar en este momento. Entendemos que hay un interés importante y creemos, además, que la experiencia que van a tener estas 13 escuelas y los docentes que van a conocer y aprender el curso del sistema y todas las posibilidades que va a dar seguramente sentará un precedente en cuanto a las posibilidades que los docentes compartan este conocimiento con docentes de otras escuelas. Este es un agregado que vemos y que en este caso creo que las escuelas a través de FEJA, la Agencia Judía y otras instituciones, junto con nosotros pueden maximizar por el hecho de que profesores en una escuela hayan aprendido el manejo de las aulas.
-IG: ¿Cuál es la respuesta de los donantes en este momento de crisis por la pandemia?
-PR: Respecto al comportamiento de los contribuyentes, nosotros estamos empezando el 2021, así que esta es una campaña muy puntual, en la que recaudamos dinero muy rápidamente presentando este proyecto. Vivimos en un país en crisis, donde el mundo está en situación de crisis, y sin embargo creo que hay un grupo de donantes que año a año y más allá de las dificultades sigue aportando con su granito de arena. Así que somos optimistas y por supuesto parte del dinero puntualmente recaudado para esta campaña no solo viene de la Argentina sino que viene de campañas de otros lados del mundo. Tenemos esa suerte de pertenecer al Keren Hayesod, estar en más de 90 países, hay muchas campañas, hay muchas comunidades y eso nos da la oportunidad de ir entendiendo la precariedad y la preocupación de lo que está pasando en Argentina.
-IG: ¿Cuándo estiman que está en marcha la iniciativa?
-PR: En estos días estamos esperando que las escuelas nos informen que ya tienen instalada el aula. En este momento las escuelas están en contacto ya con el proveedor del servicio, están coordinando y quedamos con el proveedor que ni bien se empiecen a instalar las aulas recibiremos las invitaciones para ir a tomarnos las fotos y a compartir esto no solamente con palabras sino con hechos.