El economista y empresario Darío Epstein es uno de los candidatos que liderará una de las listas que incluye “dirigentes y empresarios”.
En diálogo con Iton Gadol profundizamos alguno de los temas que cruzan esta particular campaña.
¿Qué diferencia a su propuesta de la de otros candidatos y por qué considera que su enfoque es el más adecuado para la DAIA en este momento?
La DAIA tiene que volver a su objetivo base, propuesto por nuestros antepasados en 1935, a la lucha contra el antisemitismo y en los últimos años se ha transformado en una suerte de INADI. Pero post 7 de octubre hay que focalizar los recursos en la lucha antisemitismo, el antisionismo y la memoria de la SHOA. Esto no obsta que cualquier persona pueda trabajar en la defensa de los derechos humanos y distintos colectivos por fuera de DAIA.
Mucho se ha hablado sobre la posibilidad de una lista de unidad encabezada por Osvaldo Ofman. ¿Considera factible esta opción en este momento?
El presidente de Hacoaj nos explicó que en su club hace diez años que no convocan elecciones sino que trabajan con una lista única, y él prefiere ese modelo de conducción. El planteo entonces no sería una lista de unidad, sino una lista única. Es decir, que no haya elecciones.
En mi caso, republicano, democrático y fiel devoto de la cultura occidental, creo que las elecciones son sanas, son buenas, y permiten que el grupo que asuma quede empoderado para llevar adelante su programa de acción.
Supongo que en un contexto muy negativo quienes están a cargo contarán con las herramientas necesarias para tomar las decisiones pertinentes. Para quienes vivimos el proceso militar en Argentina no hay acto más hermoso que una elección libre.
Recientemente se conoció que Mauro Berenstein reemplazó a Marcos Cohen como candidato. ¿Cree que los votos que inicialmente apoyaban a Cohen irán automáticamente a Berenstein, o hay posibilidades de que esos votantes reconsideren su apoyo?
No son votos, son personas o instituciones. Y esas personas o instituciones no votan personas, votan ideas y proyectos. Por eso nosotros estamos convocando a todos a acercarse para conocer nuestra propuesta.
Se comenta que la ortodoxia, especialmente la comunidad sefaradí, es el fiel de la balanza en esta elección y ambos sectores se la adjudican. ¿Cuál es su relación con este sector y cómo espera que voten en su favor?
Estamos trabajando fuerte con la ortodoxia. Hacemos un trabajo diario, hombro con hombro, y estoy sorprendido de la garra que ponen, de las ganas que tienen de acompañar. Eventualmente la decisión de por quién van a votar será de ellos, pero me encantaría que nos acompañen y espero que lo hagan. Soy consciente del esfuerzo que están haciendo por una DAIA mejor.
¿Percibe usted una suerte de polarización en la comunidad? ¿Cómo planea unir los distintos sectores de la comunidad judía bajo su liderazgo, si es elegido?
No estoy viendo polarización. Sí veo que en nuestra lista están representados todos los sectores, ortodoxos, conservadores, reformistas, gente de izquierda, gente de derecha. En definitiva, estamos en presencia de una verdadera lista de unidad. Nuestro trabajo estará por encima de intereses sectoriales, regionales o particulares. Por otra parte, estamos hablando mucho con diferentes referentes del interior del país y entendiendo sus problemáticas. Vamos a colaborar fuertemente para que puedan lograr sus objetivos. Estaremos a disposición para ayudar a las provincias en sus necesidades, y al mismo tiempo ellas van ser parte de las decisiones que tome DAIA central.

¿Qué rol cree que debería tener la DAIA en el contexto político argentino actual? ¿Cómo planea mantener la independencia de la institución frente a los intereses políticos externos?
La DAIA tiene un rol fundamental en el contexto político argentino actual, especialmente en la lucha contra el antisemitismo y todas las formas embozadas que este tiene. En momentos de polarización política, es esencial que la DAIA mantenga una postura firme y clara, basada en sus valores y principios, y sin dejarse influenciar por los intereses de ningún partido o sector político.
En cuanto a la independencia institucional, creo que es vital que la DAIA continúe siendo un espacio plural donde todas las voces de la comunidad puedan ser escuchadas, sin comprometer su autonomía frente a influencias externas. Para lograrlo, reforzaremos la transparencia en la toma de decisiones y en los vínculos con el ámbito político. Así garantizaremos que la DAIA siga siendo un actor respetado e imparcial, trabajando por el bien común y los valores democráticos.
Además, uno de los desafíos importantes que enfrentan las instituciones de la comunidad judía es el económico. Mi objetivo es implementar políticas que fortalezcan la sustentabilidad financiera de nuestras instituciones, fomentando la colaboración y buscando recursos que no comprometan nuestra independencia. La DAIA debe ser un pilar de apoyo para todas las organizaciones que trabajan en favor de nuestra comunidad, ayudando a garantizar su estabilidad económica en este contexto de incertidumbre, sin que ello implique someterse a intereses políticos externos. Mi visión es que la DAIA sea un referente de equilibrio, responsabilidad y autonomía, tanto en lo político como en lo económico
¿Cómo imagina la relación de la DAIA con la AMIA y con el resto de las instituciones en general?
La AMIA es una mutual con un rol muy claro de acción social. Yo espero que desde DAIA podamos potenciar el trabajo que hacen tan bien la AMIA y otras instituciones. Por otra parte, también esperamos que todas las instituciones respeten el rol político que juega la DAIA, y que se pueda recuperar la centralidad necesaria para su eficiente desempeño.
La seguridad de la comunidad judía siempre ha sido una prioridad para la DAIA. ¿Qué nuevas iniciativas o estrategias propondría para garantizar la seguridad de la comunidad en Argentina?
La seguridad es prioridad para nosotros y seguirá siendo el corazón de la DAIA. Los responsables actuales contarán con todo nuestro apoyo para que se puedan alcanzar los objetivos deseados. Y sobre la base de lo ya consolidado, seguiremos sumando lo que los expertos nos indiquen.
¿Habrá cambios en la estructura de la DAIA?
Estamos trabajando en un modelo de gestión que le de un rol menos protagónico al Consejo en los temas del día a día, con el objetivo de crear una gerencia más empoderada que, con los protocolos correspondientes, pueda tomar decisiones y dar respuestas a las distintas situaciones que presenta la coyuntura.
Creemos también en darle al Consejo el rol que corresponde según los estatutos, y evitar que la toma de decisiones se concentre en tres o cuatro personas. Y queremos que sus tareas estén abocadas a la toma de decisiones a largo plazo y estratégicas, o en casos de que se presente alguna urgencia.
El rol histórico de DAIA, que es un rol reactivo, necesita fuertemente de la educación para complementar con prevención. Y este es un tema que tenemos que trabajar con todas las instituciones, ya que si bien está dentro del marco de trabajo de la DAIA, excede nuestra capacidad de acción.
Volviendo a lo económico, ¿qué imagina en su gestión?
Hay dos cosas que ayudan mucho a la transparencia. La primera es la alternancia, para evitar que un dirigente se perpetúe en su cargo. Esto ayuda a la transparencia institucional. El segundo tema, trabajar con auditores y gestores de primer nivel para que todos los números sean transparentes.
¿Podría mencionar algunos de los nombres propios que lo acompañarían en su gestión, en caso de ser elegido presidente?
Estimado Berliner, no seas ansioso. Falta menos de un mes para anunciar las listas. De cualquier manera, hay un equipo de trabajo grande y lo interesante es que ninguno está pidiendo puestos: están todos focalizados en construir un cambio.
¿Confía en que ganará las elecciones de la DAIA? ¿Qué lo hace sentirse seguro de esa victoria?
Estamos presentando una propuesta a los electores. Es un cambio. Los electores pueden decidir si quieren un cambio o continuar con lo que hay hoy. Es una decisión de la comunidad. Tanto si se decide continuar como si decide cambiar, nosotros vamos acompañar lo que elija la comunidad.
¿Qué legado le gustaría dejar en la DAIA si resulta elegido como presidente? ¿Cómo quiere que se recuerde su gestión dentro de la comunidad judía?
Me gustaría que la DAIA haya recuperado la centralidad, que tenga un equipo profesionalizado, muy vinculado con las instituciones internacionales. Que hayamos generado recambio con jóvenes de cuarenta y cincuenta años, para asegurar el presente y el futuro. Y algo muy importante: dejar un colchón financiero para asegurar que a quien le toque asumir las próximas gestiones no tenga que salir corriendo a cubrir el banco. Queremos dejar una DAIA honesta, eficiente y sólida.