Itongadol.- El director comunitario del Bialik de Devoto, el rabino Nicolás Reck, dialogó con ItonGadol sobre los preparativos para celebrar los 100 años que la institución cumple en 2025 y destacó el saltó de calidad que dio la escuela durante 2024.
-El flamante presidente de la DAIA, Mauro Berenstein, hizo gran parte de su recorrido en el Bialik de Devoto, y con él hiciste un trabajo muy intenso…
-Mauro era el presidente cuando yo empecé en el Bialik, él me tomó. Trabajé con él y me parece una persona con mucha fuerza, es un búfalo. Cuando quiere algo, por ahora, siempre lo consiguió, al menos a nivel laboral. Una de las cosas más importantes, que también se la dije a él cuando estuvo en Bialik en el primer shabat después de que asumió, es que realmente quiere hacer las cosas bien. No hay ninguna duda de que va a acertar y se va a equivocar, como nos pasa a todos, pero es un tipo buena leche que lo hace porque realmente quiere hacer algo bueno. No lo hace por él.
-¿Cómo considerás que repercute una base relacionada con la educación en el dirigente comunitario? ¿Le asignás alguna importancia a que venga de una escuela?
-Le doy la importancia de que conoce la realidad. Más que la parte educativa que pueda tener, te permite conocer la realidad de la comunidad, no solo por tu escuela, sino también porque estás en contacto con otras escuelas. Me parece que está bueno conocer una realidad, ahora él va a empezar a conocer otra realidad.
-Bialik es comunidad, no es solamente una escuela.
-Todas las escuelas judías tienen muchas familias judías que la representan. Sumando a todas las escuelas, algunas tendrán más y otras menos. Así conocés las realidades, desde los problemas que existen en lo social, en lo económico, en la seguridad, entendiendo que DAIA se ocupa mucho y es lo que Mauro en principio también más dijo, de luchar contra todas las agresiones antisemitas que puedan aparecer en estos tiempos. Por suerte acá en Buenos Aires estamos bastante tranquilos en comparación con otros lugares del mundo, pero hay que estar atentos siempre, y eso viene del contacto con la gente.
-¿Cómo transcurrió y terminó 2024 en el Bialik?
-El año fue intenso, interesante. Tuvimos puntos altos en lo que creo que fue el Bialik 100. Empezamos a festejar los cien años que se cumplen en 2025, y en esta campaña que se hizo Bialik 100, acompañada no solo de recaudación, que por suerte se logró el objetivo, sino también que se acercaron muchos ex alumnos, por lo menos en el interés y en la donación. Más allá de que cada grado se sumó, apareció mucho el tema de los ex alumnos como algo fuerte, desde el lado de las donaciones. Nosotros realizamos cenas de shabat. El primer año, en 2023, fue con las familias y con los padres de la escuela. El año pasado, el 2024, fue con los grados y los abuelos. El 2025 va a ser con ex alumnos, voy a ir llamando a diferentes camadas.
-¿Cómo es la modalidad de la cena de shabat?
-En este caso llamaremos a tres o cuatro camadas, en varias oportunidades, esperando que se sumen. La idea es que en total sean entre siete y ocho shabatot en el año. Será con mesas y comida. Tendrá un costo voluntario para los que vengan e inventaré unos juegos.
-Eso es en el 2025, volvamos al 2024.
-Además de la campaña, los Iamin Noraim la verdad es que estuvieron muy buenos. La gente por suerte se acerca, muchas más familias. En el 2023 habíamos crecido mucho y en 2024 el 90% se mantuvo y se agregó más porcentaje de gente que quería tener un lugar para estar tranquilos. Eso también fue positivo, no por la cantidad, pero la realidad es que a veces que la gente quiera venir te demuestra que les gusta hacerlo y que la pasan bien. Valoro que más gente quiera tener su lugar para venir y estar tranquilos.
-En la última entrevista que hicimos se te vio muy entusiasmado con el tema del jardín. ¿Eso sigue siendo un espacio próspero de crecimiento? ¿Cómo viene la matriculación? ¿Cómo se encuentra el jardín?
-El jardín está bien, venimos con la matriculación similar a la de otros años. Lo bueno del año pasado es que los que entraron en 2024 y los que van a entrar en 2025, son mayoritariamente familias nuevas, no de hermanos, y eso está bueno. Ahora estamos remodelando las salas de cuatro y de cinco.
El año pasado en el Bialik se hicieron muchas compras, entre ellas 20 computadoras nuevas, 15 tablets, se cambiaron servidores, se renovó la consola de sonido de la escuela y lo mismo con los parlantes. Hubo un salto en calidad, ya que tener 20 computadoras nuevas te permite que puedan trabajar más grados en simultáneo y que menos chicos tengan que compartirlas.
-¿Qué características generales tuvieron en los últimos tres años los padres que llegan a la escuela y al jardín?
-La mayoría todavía sigue siendo muy zonal, de Villa Devoto, Villa Urquiza, Villa del Parque, tal vez un poco de Flores, un poco lo que sea cruzando la General Paz en las zonas aledañas.
-¿En qué estado se encuentra el proyecto del jardín en Villa Urquiza?
-Por ahora está en stand by. Con la gente que trabajamos por ahora, que viene de esa zona, lo que más les gusta es que es un jardín excelente, que cuenta con la contención y toda la mirada judaica que tiene. La gente elige el tema del schule. Se ve la contención a los chicos, intentamos cada vez tener más acercamiento hacia las familias.
-Hablame un poco del primario y de la parte que tiene que ver con los bar mitzvot y la relación de la escuela con la sinagoga.
-Yo en realidad soy el rabino de Bialik. Mi trabajo en la escuela, más allá de dar clases en sexto y séptimo grado, es que participo prácticamente en todas las reuniones de padres que se realizan y también en las reuniones con las directoras y con la comisión directiva, es decir que estoy totalmente conectado. Trabajo más en la escuela que en la comunidad, en 2024 eso se dio aún más, y a mí me gusta mucho el trabajo en la escuela.
Lo bueno de este año, que empecé a dar clases en sexto y en séptimo, relacionado con los bar mitzvot, es que entiendo que en las ceremonias se nota cómo conozco a los chicos, porque les doy clases todas las semanas. Creo que es lo que buscamos también, lo que busqué con esto. Hay una diferencia que se celebre el bat o bar mitzva con alguien que te conoce porque te ve todas las semanas porque te da clases, que sabe cuándo te portás bien y cuándo te portás mal, que sabe lo que te gusta y lo que no. Cuando no tengo tanto contacto es diferente. No quiere decir que esté mal eso, pero creo que esto es algo que se destaca, y que destacaron bastante las familias. Nos decían que se notaba que había un conocimiento de los chicos. No solo los padres, sino el resto de los familiares cercanos destacaban esta cuestión.
-¿A los chicos vos los notás más activos en las actividades en la sinagoga en estas circunstancias?
-Ahí más o menos, porque en realidad en el grado no aprendemos acerca del oficio en sí, eso lo ven en lo extra de talmud torá. En el grado vemos cuestiones de chicos y chicas de 12 y 13 años en relación a la fuente judía. Lo que aparece en la fuente judía en relación con el bar y bat mitzva. Lo que más me interesa es que el chico o la chica que esté haciendo el bar o bat mitzva esté cómodo y tranquilo. Si yo tengo una relación con alguien, y yo estoy al lado de ellos, se genera, según entiendo, una comodidad mayor, y cuanto más cómodos están más tranquilos están, y cuanto más tranquilos están, es mejor.
-¿La preparación del bar o bat mitzva es por afuera del espacio?
-Lo que yo doy en la escuela tiene que ver con bar y bat mitzva. Lo celebres o no, es una preparación de dos años donde yo les doy clases y también les da clases otro moré. Ahora estamos en un programa especial que Amir, el moré, va a ir a Israel en febrero a terminar de capacitarse para este proyecto, donde involucramos a las familias, pero nosotros preparamos a los chicos para bar y bat mitzva, es decir un judío de 12 o 13 años. Después, cuando vienen a talmud torá extra, ahí aprenden qué y por qué tienen que cantar, qué dice cada salmo y por qué, y qué dice cada rezo. Aprenden más que nada eso, pero la base de bar o bat mitzva, que no es algo oficial y es circunstancial, es lo que aprenden en sexto y séptimo grado.
-¿Cómo viene el verano y el 2025?
-En el verano tenemos la colonia, como siempre. Y agregamos colonia de primaria. Sale un micro de Bialik y vuelve al Bialik, es decir que tenemos la necesidad cubierta.
-¿Qué novedades tendrá la escuela en 2025?
-Lo que ya podemos confirmar es que habrá un viaje a Israel, un voluntariado. El 16 de junio es la fecha de salida. Es un proyecto de voluntariado que saca Taglit para personas de hasta 51 años. Es para familias, se puede ir con los hijos mayores de 18 años. Es muy accesible, cuesta 600 dólares e incluye todo. Y le vamos a dar una onda por los 100 años del Bialik. Tenemos ex alumnos del Bialik que hicieron aliá y trataremos de hacer un encuentro allá.
Además, tendremos diferentes festejos por el centenario, uno central que no se terminó de definir todavía dónde y cómo será.
-¿Qué significa para vos a nivel personal ser parte de un momento como este de una institución en la Argentina que cumple 100 años?
-La verdad que muy bien. Es algo muy loco, porque yo aparte estoy por cumplir 50 años. Entonces es muy interesante pensar todo lo que viví en estos 50 años, y que la escuela cumple 100. La idea de la escuela va a ser trabajar todo lo que pasó en los 100 años. Es realmente algo muy importante, muy lindo de poder estar como institución, por los 100 años, y porque más adelante vamos a tener el lanzamiento y la estructura de un nuevo Sefer torá.
-¿Tu comisión directiva te está acompañando bien?
-Sí, pero en realidad no me acompañan a mí, yo creo que por suerte se trabaja mucho en equipo. Nos acompañamos todos. La realidad es que yo estoy muy tranquilo y cómodo, trabajo de lo que me gusta y lo hago libremente. Creo que por suerte las cosas van saliendo bien y se cumplen los objetivos, y eso te da más libertad. Yo entré en 2022, ahora van a ser tres años, y me gusta lo que se consiguió en este tiempo.