Itongadol.- Sergio Massa tiene un video en su celular que en estos días suele recomendar a quienes lo visitan en el quinto piso del Palacio de Hacienda. El corto dura solamente unos cinco minutos y registra hechos históricos, puntualmente vinculados a la inflación: se trata de los desafíos de Shimon Peres tras su asunción como primer ministro de un gobierno de coalición en Israel, en septiembre de 1984.
Además de la guerra en el Líbano, según cuenta el fragmento del documental de Netflix: «El Nobel que no dejó de soñar», Peres tuvo que enfrentarse una “desastrosa” economía israelí. “La tasa de inflación era una de las más altas del mundo y economistas le advirtieron a Peres que podría superar el 1000%. Los inversores huían de las industrias del país. Los precios en las tiendas subían todos los días”, informa el documental, que luego comenta la decisión que Peres decidió tomar.
El primer ministro llamó a un prestigioso equipo económico y diseñó “un plan que implicaba fuertes recortes en todos los sectores de la sociedad”. El fragmento cita entonces al mismo Peres: “Llamé a una sesión de gabinete, que duró 36 horas. Y recorté a todos. Recorté US$500 millones a Defensa. Fue el recorte más grande de la historia de Israel. Luego recorté a Educación. El ministro de Educación era mi mejor amigo. Fue el fin de la amistad. Todos los ministros aceptaron los recortes de otros ministerios. Ninguno aceptó recortar a su propio ministerio. Pero les dije: ‘O lo aceptan o los despido’. En 36 horas a quien pestañeara le recortaba el presupuesto. Me criticaron de todos lados. Pero, para mi gran sorpresa, cuanto más duro era, cuanto más insistente me volvía, notaba que había un cambio en la opinión pública. Día a día, mis encuestas subían contra todo pronóstico. En seis semanas, la inflación comenzó a bajar”.
“La inflación de Israel bajó de casi 500% al año a 16%. El índice de aprobación de Peres superaba el 70%, el más alto jamás registrado”, asegura la voz del documental en el fragmento.
En los 80, el equipo liderado por Michael Bruno puso en marcha el “Programa de Económico de Estabilización” en el Israel de Shimon Peres. Contempló una drástica reducción de subsidios, una devaluación de 20% del Shekel y un congelamiento temporario -y en rangos- de precios. Además, salarios que, tras un acuerdo con la Histadrut (la CGT israelí) se desacoplaron de la inflación. La tasa de interés subió bruscamente y se fijó de un tipo de cambio. Se prohibió además que el Banco Central asistiera al Tesoro. Luego vino un feroz ajuste del gasto. En 1985, Peres firmó un tratado de libre comercio con EE.UU. Tras esos primeros pasos hacia la estabilización hubo profundas reformas estructurales.
Se trata de un modelo que conoce muy bien, además de Massa, Horacio Rodríguez Larreta. Ambos cultivan una buena relación. “Israel nos demuestra que para bajar la inflación es necesario un plan apoyado por una gran coalición”, dijo tiempo atrás el intendente porteño en Tel Aviv sobre el plan con elementos ortodoxos y heterodoxos de los 80. “La Argentina requiere este tipo de acuerdos para encarar grandes transformaciones”, agregó uno de los potenciales candidatos de Juntos por el Cambio en 2023.
El video que Massa recomienda a quienes hoy tienen la posibilidad de tomar un café con él termina con una curiosa mención: pese al aumento de su popularidad, Peres se niega a romper la colación que, en ese momento, constituía con el Likud. “Caballeros, les di mi palabra. No voy a cambiarla”.