Itongadol.- El fiscal general de los Estados Unidos, William Barr, calificó el antisemitismo de «cáncer» y sostuvo que que el gobierno de Estados Unidos no toleraría los ataques antisemitas contra los judíos en una conferencia sobre antisemitismo.
La conferencia fue organizada por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, el pasado 15 de julio, en la que participaron aproximadamente 150 personas, en su mayoría representantes de diversas organizaciones judías y agencias gubernamentales que tratan algunos aspectos de los delitos de odio y los derechos civiles.
Barr reveló estar “muy preocupado por el aumento de los delitos de odio y la violencia política que hemos visto en la última década, lo que incluyó un aumento significativo en la cantidad de delitos de odio antisemitas”.
Además, sostuvo que “En los Estados Unidos de hoy, cada vez más vemos violencia inspirada por el odio contra la comunidad judía llevada a cabo por individuos y grupos” mencionando los recientes ataques contra sinagogas en Pittsburgh, Pennsylvania y Poway, California.
El fiscal general También dijo: “En la ciudad de Nueva York el año pasado, vimos un fuerte aumento de los ataques contra judíos ultraortodoxos, especialmente en el vecindario de Crown Heights”, agregando “La gente está atacando a judíos en las calles y destrozando sinagogas. En marzo, en Massachusetts, los vándalos profanaron 59 lápidas en un cementerio judío, derribando lápidas y garrapateando esvásticas y graffiti odiosos. Si bien los trágicos ataques en Pittsburgh y Poway atrajeron adecuadamente la atención nacional, estos ataques y otros similares en comunidades de todo el país son, lamentablemente, menos conocidos fuera de la comunidad judía. Pero forman el trasfondo diario de preocupaciones sobre seguridad y protección que muchos en la comunidad judía sienten».
Respecto a lo que ocurre en los campus universitarios explicó: “Los estudiantes judíos que apoyan a Israel con frecuencia son objeto de hostigamiento, las organizaciones estudiantiles judías están marginadas y a los estudiantes judíos progresivos se les dice que deben denunciar sus creencias y su herencia para poder ser parte de causas interseccionales. Debemos garantizar, para el futuro de nuestro país y nuestra sociedad, que los campus universitarios permanezcan abiertos a la diversidad ideológica y respetuosos de las personas de todas las religiones».
Barr comparó el antisemitismo con “diferentes tipos de cáncer. Un cuerpo sano con un sistema inmunológico fuerte puede tener éxito en la prevención de la aparición y propagación de los cánceres. Pero si el sistema inmunológico se debilita el cáncer puede surgir. Algunos pueden estar localizados. Pero otros pueden metastatizar rápidamente y volverse sistemáticos. Al igual que un cuerpo físico, un cuerpo político debe tener un sistema inmunológico que resista el antisemitismo y otros foros de odio», y condenó a aquellos que usan «políticas de identidad» para dividir el país.
Durante la conferencia, en la que participaron cuatro funcionarios gubernamentales: la Secretaria de Educación Betsy DeVos; el Secretario de Hacienda Steve Mnuchin; el Director del FBI Christopher Wray; y Elan Carr, el enviado especial del Departamento de Estado para el Monitoreo y la Lucha contra el antisemitismo, aseguró que estamos en un «momento de gran crecimiento en el antisemitismo en todo el mundo», crecimiento que se extiende desde Europa a los Estados Unidos.
«El vandalismo en Nueva York y otras ciudades, según la Liga Antidifamación, ocurre con bastante frecuencia, y los campus se convirtieron en lugares hostiles para los estudiantes judíos y pro-israelíes»; y Barr señaló al menos tres fuentes del antisemitismo actual: el «supremacista blanco de extrema derecha», el «anti-sionista de extrema izquierda» y el «islamismo radical». Le dedico especial atención a «el nuevo antisemitismo», que «intenta disfrazar su odio a los judíos como odio por el estado de Israel y el esfuerzo antisionista».
La Secretaria de Educación Betsy DeVos destacó que «BDS significa antisemitismo«, y describió las investigaciones de su departamento sobre incidentes de presunta discriminación contra estudiantes proisraelíes en Williams College en Massachusetts y en un evento pro palestino patrocinado por departamentos de la Universidad de Duke y la Universidad de Carolina del Norte.