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Itongadol/AJN.- Cientos de personas despidieron a Ezra Schwartz, el joven de 18 años asesinado en un ataque, en el aeropuerto Ben Gurión en las afueras de Tel Aviv, Israel, antes de que su cuerpo fuera cargado en un avión para ser transportado a Sharon, Massachusetts, Estados Unidos. Él fue una de las tres personas que murió el jueves cuando un hombre palestino abrió fuego contra vehículos que se encontraban afuera del asentamiento Alon Shvut, al sur de Jerusalem.
Entre los dolientes, que rezaron y cantaron el himno nacional israelí “Hatikva”, había docenas de sus compañeros de la Yeshiva Ashreinu, de Beit Shemesh, donde Schwartz estaba pasando su año tras terminar el secundario.
Él y un grupo de estudiantes estaban entregando comida a soldados israelíes en el área cuando el terrorista abrió fuego. El atacante también mató a Ya’akov Don, de 51 años, un profesor de Alon Shvut, y a Shadi Arfah, un palestino de 24 años de Hebron, antes de quedarse sin balas y ser arrestado.
Durante la ceremonia se leyó una carta del padre de Schwartz, Ari: “No puedo más que sentirme feliz por Ezra. Sabemos que está bien y eso nos da paz. No tenemos arrepentimientos. Me alegro por él debido a todos los lugares a los que fue y toda la gente que pudo tocar. Algunas personas viven largas vidas pero tienen circunstancias desafortunadas que hacen que sus vidas sean difíciles. Ezra tuvo una vida maravillosa y murió siendo una persona feliz, y eso es más importante que cualquier otra cosa”.