Itongadol/AJN.- “Iom Kipur es el día en el que tironea el hilito que ata a un judío con su judaísmo, todo el mundo se hace presente”, expresó Fernando Lapiduz, director y líder espiritual de la comunidad israelita de El Salvador en diálogo con la Agencia Judía de Noticias, en víspera del Día del Perdón y pocos días después del inicio del año nuevo.
Fernando Lapiduz formó parte de la comunidad judía de Rosario de la cual fue Hazan y director de culto durante 15 años. Se mudó a El Salvador con su esposa, Patricia, quien es maestra de educación judía, en enero de 2010. Ambos se encuentran a cargo de la educación formal y no formal para niños y adolescentes y de las actividades comunitarias de la kehilá.
Pocos días después del inicio del año nuevo judío, el líder de la pequeña comunidad israelita (compuesta por 50 familias) explicó que en épocas de fiesta muchas familias se ausentan y pasan las festividades con sus hijos o nietos, por lo cual la comunidad se reduce aún más, en tales oportunidades, aclaró que son como una “gran familia”.
“Para la ocasión de Rosh Hashaná rentamos el salón de un hotel. Es una oportunidad muy bonita para estar todos juntos en comunidad. A diferencia de las comunidades de Argentina durante las dos noches de Rosh Hashaná hacemos cena, durante la primera es una cena más personal, con la familia, pero no todos hacen cena en su casa, por eso los que sí hacemos, nos coordinamos para que nadie se quede sin una casa donde asistir. Es muy lindo, da un sentido de comunidad muy fuerte. Si hay turistas judíos también nos preocupamos para que nadie la pase solo”, comentó.
Junto a su esposa, Patricia, manejan las actividades comunitarias y se encargan de la educación judía formal y no formal.
“Patricia es la directora de educación judía para niños y jóvenes y yo soy el responsable de todo. Para nosotros es prioridad número uno la educación judía, las tradiciones, la historia, la lengua hebrea y la Halajá. Tenemos en la comunidad una escuela que ya tiene muchos años de tradición, la escuela funciona a la tarde, donde los niños están divididos en aulas de acuerdo a las edades. Todas las tardes, después de la escuela oficial, los niños vienen de lunes a jueves a la kehilá y tienen clases con mi esposa”, explicó.
Por último, Lapiduz expresó sus deseos para este nuevo año, “para toda la kehilá latinoamericana, que tengamos un año de paz. Ahora más que nunca tenemos que hacer foco en trabajar cada uno desde nuestro lugar y desde nuestras posibilidades para alcanzar espacios de paz y que sea también un año de renovación. Deseo que cada uno de nosotros como judíos en donde vivamos podamos aprovechar la vida judía”.
En relación a Iom Kipur, expresó que “es el día en el que tironea el hilito que ata a un judío con su judaísmo, todo el mundo se hace presente. La diferencia con otras comunidades, es que tenemos un porcentaje de participación muy alto, a lo largo de todos los shabatot, las festividades. En Iom Kipur vemos una diferencia, vemos rostros que no hemos visto desde el año pasado, pero no son muchos, son la minoría. Gracias a D’s la inmensa mayoría está comprometida con la vida judía de El Salvador durante todo el año”, concluyó.