Avodá-Movimiento Sionista Laborista de Argentina le efectuó un homenaje a Benjamín Gewer, quien por más de cinco décadas fue su principal colaborador en el área administrativa y que se retira para trasladarse, junto con su esposa, a la ciudad de Mar del Plata, para vivir cerca de su hija, nietas y bisnietas.
El homenaje consistió en una cena de camaradería efectuada el pasado día jueves 22 de marzo en la cual se le entregó un certificado de árboles plantados a su nombre en uno de los bosques del Keren Kayemet LeIsrael como reconocimiento a su permanente esfuerzo en pos del Movimiento.
Asistieron a la cena las actuales autoridades de Avodá de Argentina, encabezadas por su presidente, Sergio Borisonik, y una importante cantidad de adherentes, a los que se sumaron otros dirigentes comunitarios, entre ellos el presidente de la AMIA, Guillermo Borger, y su esposa.
Moshé Korin, quien condujo la parte formal del evento, resumió la actividad desarrollada en Avodá por Benjamín Gewer afirmando que “con todos mantuvo siempre una relación de amigos” y que se lo debe considerar “el prototipo del mench”
Por su parte, Borosinik entre otros conceptos afirmó: “Creo que los aquí presentes no son compañeros del partido, sino que nos sentimos compañeros de Benjamín. Aquí nadie vino preocupado por mostrarse, acá nos conocemos todos las caras, sabemos que muchas veces se viene por compromiso o para decir aquí estoy, pero aquí vinieron los javerim (amigos) de Benjamín porque de alguna manera siempre lo vimos como un compañero; ustedes saben que él también es afiliado al partido. Lo cierto es que todos aquellos que pudimos compartir con él una parte de la labor dirigencial logramos ver en él -aparte del mench- al estadista. Hay que aclarar esta situación: el estadista es el que está detrás de…, es aquel que acompaña, es aquel que da el consejo justo en el momento preciso, es aquel que redacta, es aquel que cubre las espaldas de los dirigentes, y pocos como Benjamín conocían lo que conoce, todos los shtikales de todos los que estamos aquí sentados. Lo importante es destacar que más que un trabajador fue un gran compañero, preocupado por lo que ocurre en el judaísmo, preocupado por lo que ocurre en el ishuv (comunidad) y por supuesto por lo que ocurre en el partido”.
Invitado a decir unas palabras, Borger sostuvo: “Quiero agregar en este momento de fiesta Sheejeianu vekimanu veiguianu lazman haze. Llegar a este momento, como suelo decir, son recreos que nos da la gestión. En lo personal agradezco seguir en contacto con Benjamín, a quien conozco desde hace más de 40 años, cuando en ningún momento se me habría ocurrido pensar que hoy iba a hablar como presidente de la AMIA. Benjamín siempre pensó en positivo, jamás pensó algo malo. Lo conozco de los dos lados del mostrador. No soy de Avodá, sí soy amigo de todos ustedes y realmente es un gusto. Estamos muy cercanos a Pesaj y el Seder y Benjamín son una institución de Avodá. Pesaj es la fiesta sinónimo de la libertad del pueblo judío y Benjamín se libera de Avodá para ir a Mar del Plata con su hemshej (continuidad): su hija, nietas y bisnietas. Esto nuevamente ratifica el compromiso del compañero, del hombre decente -en mayúsculas-, del gran mench, del gran amigo”.
También se refirieron al homenajeado Mario Sobol y Alberto Crupnicoff, luego de lo cual se le entregó el certificado de los 18 árboles plantados a su nombre y su hija, Elena Beatriz, fue la encargada de agradecer en nombre de la familia Gewer todo lo que Avodá hizo por su padre y su familia.
Entre los asistentes a la cena se contaron también Simón Drelevich, secretario de actas de la AMIA; el presidente de la OSA, Manuel Junowicz, y sus antecesores Silvio Rossjanski y Carlos Frauman; los ex titulares de la AMIA Oscar Hansman y Luis Grynwwald y los actuales de Kadima, Pablo Reisman, y Plural Jai, Raúl Stolarza, además de Jaime Jacubovich y Mauricio Szlufman.
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