Itongadol.- Mientras Irán amenaza con tomar represalias por la muerte de Ismail Haniyeh en Teherán y Hezbollah jura vengarse por el asesinato de su máximo comandante militar Fouad Shukr, Estados Unidos refuerza su apoyo a Israel. Washington está desplegando en la región una importante flota de buques de guerra, aviones de combate y sistemas de defensa. Israel Hayom ha sabido que la administración Biden ha levantado sus restricciones al suministro a Israel de las bombas MK-83 de media tonelada (1000lb). Esa decisión se tomó incluso antes de la actual escalada. Estas municiones habían sido retenidas previamente durante meses, incluso antes del estallido del actual conflicto.
El destino de las bombas más pesadas MK-84, de una tonelada cada una, sigue siendo incierto, sin que haya indicios claros de si EE.UU. aceptará su transferencia a Israel.
Estas bombas de media tonelada, utilizadas anteriormente por las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) en numerosas operaciones en Oriente Próximo durante periodos de relativa calma, se unirán a unas 1.700 bombas MK-82 de 551 libras cada una. Estas últimas habían sido retrasadas por la administración Biden tras ser cargadas en un barco con destino a Israel. Fueron retiradas por orden directa de Biden debido a la preocupación por la operación prevista por Israel en Rafah.
Informes de finales de junio indicaban que la administración Biden había accedido a levantar el retraso en el traslado de las bombas. Esta decisión se produjo después de que las preocupaciones de EE.UU. sobre la operación resultaran infundadas, ya que Israel evacuó con éxito a más de un millón de palestinos de Rafah sin causar una crisis humanitaria ni víctimas civiles significativas.
Sin embargo, la administración sigue reteniendo la segunda mitad del cargamento, compuesta por unas 1.800 bombas MK-84 más pesadas, de una tonelada cada una. Antes del viaje del ministro de Defensa Yoav Gallant a Washington, Israel tenía la impresión de que Estados Unidos levantaría las restricciones al envío de estas bombas pesadas si Israel se comprometía a no utilizarlas en zonas específicas de Gaza.
Sin embargo, según altos funcionarios de Defensa, un vídeo publicado por el primer ministro Benjamin Netanyahu en inglés, en el que acusaba a la administración estadounidense de retrasar los envíos de armas a Israel, enfureció enormemente a Washington y provocó el mantenimiento de las restricciones.
Funcionarios de defensa israelíes creen que el retraso en el envío de bombas pesadas es ahora puramente por las apariencias, dado que las preocupaciones estadounidenses sobre las operaciones israelíes en Rafah se han disipado. Señalaron que uno de los objetivos de Netanyahu durante su reciente visita a Estados Unidos era persuadir al presidente Biden para que autorizara el envío de bombas pesadas. Mientras que la entrega de bombas de media tonelada (MK-83) es crucial para la Fuerza Aérea israelí, las bombas más pesadas MK-84 se consideran esenciales para posibles conflictos en el norte del país.
Los oficiales de la Fuerza Aérea israelí enfatizan que a lo largo de la guerra, han mantenido reservas de municiones por encima de los niveles críticos requeridos para la preparación en la arena del norte. Sin embargo, tras el retraso por parte de la administración Biden de los envíos de 3.500 municiones de una tonelada y 551 libras durante varios meses, y la reducción de la transferencia de otras municiones operativas esenciales, la gestión de la munición se ha vuelto significativamente más estricta.
Israel Hayom también ha sabido que EE.UU. ha suavizado recientemente las restricciones sobre municiones adicionales. Se han transferido a las fuerzas israelíes armas de los almacenes militares estadounidenses en Israel, incluidos misiles aire-aire. Estos son cruciales para interceptar vehículos aéreos no tripulados que con frecuencia han intentado infiltrarse en el espacio aéreo israelí desde el 7 de octubre, incluyendo uno que explotó en Tel Aviv.
Además, Estados Unidos planea reforzar sus arsenales de municiones en Israel. Este movimiento estratégico permitiría transferencias rápidas en caso de necesidad, eliminando la necesidad de transporte desde el territorio continental de EE.UU., que lleva mucho tiempo.