Itongadol.- Según un nuevo estudio publicado el lunes, investigadores israelíes relacionaron las dudas sobre la vacuna con los efectos secundarios de la vacuna COVID-19.
Profesores de la Universidad Bar Ilan y la Universidad Ariel plantearon la hipótesis de un efecto nocebo que vinculaba la percepción negativa de recibir una vacuna de refuerzo COVID con los efectos secundarios posteriores.
El efecto nocebo describe una respuesta psicosomática en la que las expectativas de resultados negativos influyen en el resultado percibido del tratamiento, a diferencia del efecto placebo, que describe los resultados positivos percibidos.
Una «porción cuantificable y significativa de los efectos secundarios de la vacuna COVID se predice por la indecisión ante la vacuna», dijeron los investigadores, culpando a la «(mala) información».
Utilizando una muestra representativa de 756 israelíes de edad avanzada, a los que se interrogó tras la segunda dosis de la vacuna y seis meses después, cuando recibieron el refuerzo, los investigadores descubrieron que la indecisión ante la vacuna causaba efectos secundarios nocebo en el 16%.
La edad media de la muestra era de 69 años, y se analizaron tanto hombres como mujeres.
Los efectos secundarios notificados superaban a los notificados por Pfizer, cuya vacuna ha sido, con diferencia, la más administrada a israelíes.
La letanía de efectos secundarios incluía un brazo hinchado o dolor en el lugar de la inyección, fiebre, escalofríos, dolores de cabeza, náuseas, fatiga, parálisis facial, vómitos, reacciones alérgicas, inflamación de los ganglios linfáticos, erupciones cutáneas, tos, dolor de estómago, mareos, problemas para dormir, debilidad, dolores musculares y otros.
El estudio fue realizado por Yaakov S. G. Hoffman, Yafit Levin, Yuval Palgi, Robin Goodwin, Menachem Ben-Ezra y Lee Greenblatt-Kimron.