Itongadol.- El titular del departamento de Noar Jalutz y Dor Hemshej de la Organización Sionista Mundial (OSM), Sergio Edelstein, mantuvo una entrevista con ItonGadol luego de la realización en Jerusalem del segundo Congreso Mundial de Educación No Formal para jóvenes, donde participaron casi 900 personas de 28 movimientos juveniles sionistas de 30 países diferentes.
Edelstein viene de impulsar además, junto al director ejecutivo de su Departamento, Ariel Goldgewicht, el importante proyecto de la Academia de Liderazgo Sionista, que identificó en su primera camada a 30 jóvenes judíos de todo el mundo “motivados, comprometidos y responsables con el futuro de la comunidad”.

Crédito de las fotos: Asi Efrati
En su discurso ante el Congreso que tuvo lugar en Jerusalem, Edelstein destacó: “No toda persona tiene la posibilidad de educar a niños y jóvenes en base a valores y concepciones educativas no formales. Ustedes tienen la posibilidad, el derecho y la responsabilidad de continuar la cadena de generaciones de miles de madrijim judíos sionistas, ya más de 100 años”.
“El lugar de los movimientos juveniles en las comunidades y en la educación, son un faro al sionismo y sus objetivos que nos señala nuestro camino: fortalecimiento de la identidad judía, compromiso con el Estado de Israel y el sueño sionista, de vivir una vida judía en este hogar. Miles de javerim participan día a día en procesos educativos… pero no es suficiente. Juntos, debemos llegar a cuantos más jóvenes y familias, a cada casa judía, con un mensaje claro y de valores”, agregó en su discurso de apertura.

Daniel Liwerant
Además, en diálogo con ItonGadol, adelantó que estará llegando a la Argentina la próxima semana para la realización de un seminario de Líderes Jóvenes que brindará herramientas para la Lucha contra el Antisemitismo.
-Antes de hablar sobre este evento puntualmente, ¿podría decirnos qué significa hoy en día la educación no formal?
-La educación no formal, en especial después de la pandemia, para mí es la alternativa real de poder educar y consolidar una identidad en jóvenes. La caja de herramientas que le da la educación no formal a una persona, son herramientas que le permiten aprovechar y desarrollar cosas que la educación formal te da, pero la educación no formal permite elaborarlo de otra manera. La educación no formal da instrumentos y por eso nos resulta tan importante en el liderazgo juvenil. Porque el liderazgo va más allá de un concepto teórico. Yo estudié educación y tenía cursos de liderazgo, y el liderazgo no se aprende, se desarrolla. Y justamente la educación no formal da instrumentos para ese tipo de desarrollos. Otra parte importante que veo de la educación no formal, que no creo que sea mejor que la formal, sino que es diferente, es que ayuda a englobar y a aprovechar de la mejor manera todo lo que tenemos alrededor, en especial los instrumentos de crítica. Si bien todo tipo de educación nos da valores, el tema de saber criticar es importante. La educación informal se basa mucho en lo que pasa alrededor de nosotros. Muchas veces es utilizada por políticos para que la gente esté muy enfocada en algo. No quiero decir que se hace buscando adoctrinar porque esos son los extremos, pero justamente la forma de educar de la educación no formal permite tener criterios de pensamiento, criterios de saber cómo preguntar y qué preguntas hacer. La educación no formal es algo muy rico.
-¿En qué consistió este congreso anual? ¿Dónde se realizó? ¿Quiénes participaron? ¿Qué objetivos tuvo?
-El congreso, que fue el segundo Congreso Mundial de Educación No Formal para jóvenes, se realizó en Jerusalem en el Centro de Convenciones histórico de la ciudad. Participaron casi 900 personas de 28 movimientos juveniles sionistas de 30 países diferentes. Elegimos el lugar por el tamaño, por las posibilidades que nos otorgaba, pero también por el mensaje que transmite hacer un congreso en un lugar tan importante como este. El congreso nace hace dos años cuando creamos con Ariel Goldgewicht (director ejecutivo del Departamento de Noar Jalutz y Dor Hemshej) este proyecto como una necesidad de que los jóvenes líderes de 18 a 23 años, primero que nada, puedan intercambiar ideas, experiencias y aprendizajes. También para que puedan dialogar entre ellos y para que puedan vivir la capacitación con diferentes metodologías. En este caso arrancamos a las 9 de la mañana y finalizamos cerca de las 9 de la noche, es decir que fueron casi 12 horas. Cada módulo que había tenía una diferente metodología, por lo que no se trataba solo de las ponencias, los paneles, las mesas redondas y las charlas con el formato que usa Ted, que gran parte de esas charlas de 10 minutos fueron dadas por los jóvenes. Fue emocionante ver a los jóvenes unidos, cada uno con el color de su remera que identifica a su movimiento.
-A un año del lanzamiento de la Academia de Liderazgo Sionista, ¿en qué punto del proyecto nos encontramos actualmente?
-La primera promoción terminó en agosto, y no lo digo porque sea algo que hicimos nosotros, pero fue algo maravilloso. Ver a 30 jóvenes, con promedio de edad de 30 años, es decir que no eran chicos con edad de movimiento juvenil. Verlos después de un año de crecimiento, en el que compartieron ideas un médico de Australia con un abogado de Estados Unidos y con un educador argentino, esa es una de las cosas maravillosas que tiene la Academia. Uno de los objetivos, además de capacitar, es ese, crear un grupo de personas judías líderes que mañana pueda liderar las comunidades, pero no solamente sus comunidades particulares, sino cualquier comunidad del mundo. O compartir algo que en una Kehilá de Nueva Zelanda dio respuesta a una necesidad, y que luego eso se replique en Bélgica, por ejemplo. El objetivo es crear una red. El primer año lo resumimos como un éxito total, y lo vemos ahora que estamos haciendo la selección de la segunda promoción, ya con gente que sabe de qué se trata y lo valora. Teniendo todos los años entre 30 y 40 personas que se gradúan, con un nivel personal de compromiso alto, con la continuidad de las comunidades, con la continuidad del mensaje sionista, creo que es un regalo tremendo que le hace la Organización Sionista Mundial a todas las comunidades de la diáspora.

Yaakov Hagoel, Presidente de la Organización Sionista Mundial
– Ustedes realizaron una minuciosa selección de jóvenes, ¿qué perfil tienen los que han quedado? ¿Siente que lograron encontrar a esas personas que buscaban?
-Sí. No sabíamos hasta cuánto iba a ser relevante. En la selección de la primera promoción, empezaron 42 líderes jóvenes. Terminaron 30, porque para completar el ciclo y graduarse, había que hacer todo. Y hay gente que en cierta forma no pudo llevar el ritmo de las charlas, otros no pudieron llevar el ritmo de los proyectos que había que hacer. Y eso demuestra que había una gran exigencia. No fue una universidad, pero le dimos un nivel que varias veces nos dijeron que era más alto que lo que un College daba. Los proyectos que presentaron aquí en Jerusalem eran fuera de serie. Son proyectos que prepararon durante varias semanas gente de cinco o seis países en cada grupo. No era fácil. Para poder lograr eso tiene que ser gente muy motivada, comprometida y de un nivel importante de responsabilidad frente al futuro de las comunidades.
-¿Cree que la política israelí entendió la importancia que tiene la educación no formal? ¿Por qué?
-Desde el punto de vista gubernamental, desde el año 2001/02 Israel decidió en forma estratégica apostar a los movimientos juveniles en Israel con el objetivo de que después de hacer los estudios en el colegio, los chicos tuvieran un marco de contención. Al principio, cuando se empezó este proyecto, había en los movimientos juveniles unos 180 mil chicos por semana en actividades. Después de años de ese proyecto, se llega hoy en día a 450 mil chicos, que varias veces por semana, después del colegio, en vez de estar en la calle o en frente de una computadora, participan en actividades juveniles. Fue un éxito total. Lamentablemente, el camino es mucho más rocoso con respecto a los movimientos juveniles de la diáspora. Israel, si bien apoya la diáspora y tiene un Ministerio de Diáspora, específicamente con los movimientos juveniles, hasta el año pasado, durante los últimos 10 años no recibíamos apoyo. Y solamente este año, volvieron a empezar apoyar. Espero que en el futuro se siga haciendo, pero muchas veces el gobierno de Israel en muchas cosas dice ‘son los chicos de la comunidad, que la comunidad concentre las cosas’. Con el hebreo, la OSM está cambiando, con la educación sionista no formal, la OSM está cambiando. Hace dos años se creó un departamento de Educación no formal, pero son las instituciones nacionales. El gobierno de Israel es más lento.
-¿Qué evento o actividad tienen en el futuro inmediato?
-La próxima semana Ariel Goldgewicht y yo estamos viajando a la Argentina. Junto con el departamento de Lucha contra el Antisemitismo y la resilencia comunitaria dirigada por Raheli Baratz-Rix, organizamos un seminario de Líderes Jóvenes, sobre cómo capacitarlos en instrumentos para combatir el antisemitismo. A diferencia del seminario que hicimos en mayo, específicamente está dedicado a cómo capacitarnos y recibir instrumentos. Y, a su vez, también intercambiar ideas y dialogar de las experiencias que ellos mismos tienen en sus propios países. Decidimos que la disertante principal va a ser Pilar Rahola y el seminario termina con una invitación del Consejo Juvenil Sionista Argentino a la comunidad en general para participar de esa actividad. Se va a realizar en la AMIA, la mitad del auditoria van a ser jóvenes y la otra mitad invitados. Pero la idea es que haya diálogo, preguntas, y posicionar el lugar del Consejo de la Tnuot Noar nuevamente en la comunidad argentina.
-¿Qué están preparando para 2023?
-Estamos muy emocionados de empezar a preparar el 2023, que tiene grandes desafíos. El tercer Congreso Mundial de Educación No Formal y Liderazgo Juvenil va a ser en abril, junto con el Congreso Sionista Mundial. Vamos a estar en pleno desarrollo de la segunda promoción de la Academia de Liderazgo Sionista, y algo que queremos resaltar es que tenemos un proyecto de WAY, que es la red mundial de Movimientos Juveniles. Hay ya en 18 países Consejos de Tnuot Noar y estamos creando una red mundial. En el departamento tratamos de empoderar al común denominador y, hoy en día, es que todos tenemos que levantarnos.
Así buscamos apoyar a todos por igual, utilizo la metáfora de la marea. Así como sube la marea, suben los barcos. Esa es nuestra idea. En lugar de subir un barco aquí o allá, la idea es subir la marea para que todos los movimientos juveniles sean beneficiados. Y en general, la comunidad en todas sus gamas. Irrelevante son religiosos, laicos, de izquierda o derecha. Lo importante es que la comunidad se fortalezca en todos los colores.
Las Tnuot están pasando una travesía con grandes olas, con mareas altas, con tormentas, demostraron en la tormenta del coronavirus ser un barco muy fuerte, que no se hunde, y lleva a la gente a buen puerto.