Itongadol.- El 26 de julio de 1956 el presidente de Egipto, Gamal Adbel Nasser anunció la nacionalización del canal de Suez, desafiando a Gran Bretaña y Francia, que controlaban el canal.
Egipto necesitaba financiar la construcción de la presa de Asuán, y solicitó a los Estados Unidos y a Gran Bretaña que lo hicieran, pero como la respuesta de ambos países fue negativa, Nasser consideró que la manera de financiar la monumental obra era con los ingresos que le producirían los aranceles que se cobraban a las naves que utilizaban el canal de Suez, en especial los petroleros provenientes del Golfo Pérsico, uniendo el mar Rojo y el mar Mediterráneo.
La decisión fue muy mal recibida por los principales accionistas de la Compañía Universal del canal marítimo de Suez, que era la administradora de la vía marítima, Francia y Gran Bretaña, que además eran máximos beneficiarios del petróleo que circulaba por el Canal.
El canal comenzó a construirse en abril de 1859 y fue inaugurado diez años después, constituyendo una de las más grandes obras de ingeniería del mundo, realizada por decenas de miles de humildes campesinos (fellahs), llevados por la fuerza desde todas las regiones de Egipto, siendo su longitud de 163 km entre Puerto Saíd (en la ribera mediterránea) y Suez (en la costa del mar Rojo).
Al momento de ser nacionalizado el canal permitía el paso de barcos de hasta 20 metros de calado o 240.000 toneladas peso muerto y una altura máxima de 68 metros por encima del nivel del agua.
La decisión de Nasser produjo lo que se denominó la “Crisis de Suez”, debido a que Gran Bretaña y Francia unieron sus fuerzas para atacar a Egipto a fin de recuperar la administración del canal, como mediante las gestiones diplomáticas no lo lograron, el 29 de octubre atacaron militarmente a Egipto en forma conjunta, a las que se les unió el Estado de Israel, que desde hacía varios años venía sufriendo ataques de guerrilleros árabes incentivados desde Egipto.
La Guerra de Suez o de Sinaí, concluyó el 4 de noviembre, con la ocupación del Sinaí por parte de las tropas israelíes y las fuerzas conjuntas franco británicas habían logrado dominar el ingreso del canal, por lo que el 5 de noviembre se declaró el alto el fuego por la gestión de las Naciones Unidas.
Nasser frente al mayor poder de fuego de sus adversarios tomó la decisión de hundir en el canal 40 buques y dejarlo inutilizado.
Meses después, luego de la mediación de los Estados Unidos y la Unión Soviética las tropas británicas, francesas e israelíes debieron retirarse y Egipto se comprometió a liberar el Canal, que quedó en su poder.