Itongadol.- El 8 de junio de 2014, en un encuentro histórico, el Papa Francisco recibió en el Vaticano al entonces presidente de Israel Shimon Peres y al líder palestino Mahmoud Abbas y, tras realizar una oración por la paz en el Medio Oriente, instó a “derribar los muros de enemistad y tomar el camino del diálogo”.
El Papa alabó la presencia de los dos mandatarios. “Su presencia, Señores Presidentes, es un gran signo de fraternidad, que hacen como hijos de Abraham”, destacó Francisco.
El Sumo Pontífice recordó que el encuentro estuvo acompañado “por la oración de tantas personas, de diferentes culturas, naciones, lenguas y religiones”.
“Espero que este encuentro sea el comienzo de un camino nuevo en busca de lo que une, para superar lo que divide”, expresó Francisco en los jardines del Vaticano, durante la ceremonia a la que también acudió el patriarca Bartolomeo I.
Francisco se dirigió a los mandatarios para indicarles que “los hijos están cansados y agotados por los conflictos y con ganas de llegar a los albores de la paz”. Fue entonces cuando afirmó que todos “piden derribar los muros de la enemistad y tomar el camino del diálogo, para que triunfen el amor y la amistad”.
Tras las palabras del Papa, el entonces presidente Shimon Peres señaló que israelíes y palestinos también ansían lograr la paz. “Todos necesitamos la paz, (…) entre partes con los mismos derechos”, dijo quien ocupa la presidencia israelí hasta julio.
Peres subrayó la importancia de llevar ese objetivo pronto a la práctica, incluso aunque exija cierto sacrificio.
A este pronunciamiento siguieron las palabras del líder palestino Abbas, quien también pidió por “una paz justa, vida digna y libertad” para su pueblo. “Señor, pido por un futuro floreciente y prometedor para nuestro pueblo y por libertad en nuestro Estado soberano e independiente”, destacó el palestino en el manuscrito distribuido previamente por el Vaticano.
Tras la oración, el papa plantó un olivo junto con sus invitados y luego se retiró para mantener con Abbas y Peres una reunión privada.
El papa argentino había lanzado de forma inesperada durante su viaje en mayo a Tierra Santa la iniciativa con el deseo de acercar a israelíes y palestinos, particularmente distanciados tras el fracaso en abril de las negociaciones de paz.