Itongadol.- El portavoz de la canciller Angela Merkel, Steffen Seibert, destacó hoy la responsabilidad de Alemania de garantizar la seguridad de todos los judíos que usan kipá en cualquier lugar del país sin tener que temer un ataque antisemita.
Seibert aseguró que «es el trabajo del Estado garantizar que cualquiera pueda moverse con seguridad con una kipá en cualquier lugar de nuestro país».
La polémica se desató el sábado cuando Felix Klein, el comisionado del gobierno federal para la vida judía en Alemania y la lucha contra el antisemitismo, dijo: “Mi opinión sobre el asunto ha cambiado luego de la brutalización en curso en la sociedad alemana”.
“Ya no puedo recomendar que los judíos usen una kipá en cada momento y lugar en Alemania”, agregó el funcionario para generar una polémica que tuvo replicas en todo el mundo.
Incluso, el presidente de Israel, Reuven Rivlin, afirmó ayer domingo: “La declaración del comisionado de antisemitismo del gobierno alemán, de que sería preferible que los judíos no usen una kipá en Alemania por temor a su seguridad, me sorprendió profundamente”.
“La responsabilidad por el bienestar, la libertad y el derecho a las creencias religiosas de todos los miembros de la comunidad judía alemana están en manos del gobierno alemán y sus organismos encargados de hacer cumplir la ley. Reconocemos y apreciamos la posición moral del gobierno alemán y su compromiso con la comunidad judía que vive allí, pero los temores sobre la seguridad de los judíos alemanes son una capitulación al antisemitismo y una admisión de que, nuevamente, los judíos no están a salvo en territorio alemán”, agregó.
Rivlin advirtió: “Nunca nos someteremos, nunca bajaremos la vista y nunca reaccionaremos ante el antisemitismo con el derrotismo, y esperamos y exigimos que nuestros aliados actúen de la misma manera”.
Se estima que la comunidad judía alemana está integrada por poco menos de 100,000 miembros.
Julie Lenarz, experta en antisemitismo con sede en Londres, escribió en respuesta al anuncio de Klein: “Esta política castiga a las víctimas y recompensa a los perpetradores. Alemania debería emitir una advertencia inequívoca a quienes amenazan la vida judía: extrema derecha, extrema izquierda o islamista”.
El rabino Abraham Cooper, decano asociado del Centro Simon Wiesenthal, le dijo a The Jerusalem Post por correo electrónico: «¡Inaceptable, Alemania! Los judíos nunca deben ser relegados a ciudadanos de segunda clase. Permanezca junto a sus vecinos judíos, castigue el antisemitismo de la extrema derecha, izquierda e islamista».