Agencia AJN.- El cólera puede parecer una enfermedad del pasado para el mundo desarrollado, pero en África, la epidemia continúa aumentando. Según el ministro de Salud de Zambia, Chitalu Chilufya, solo en su país, 3260 personas fueron infectadas y más de 74 murieron desde que comenzó el brote en octubre pasado.
Tras una solicitud del gobierno de Zambia a ZipBCC, una firma civil con estrechos vínculos con el Centro Médico Sheba, el Prof. Elhanan Bar-On, director del nuevo Centro Israelí de Medicina de Desastres y Respuesta Humanitaria en el Centro Médico Sheba, Tel Hashomer llegó a la escena la semana pasada con un equipo de profesionales médicos altamente calificados para evaluar la situación y ver qué se puede hacer para ayudar.
“Hace una semana llegué aquí con el profesor Eli Schwartz, director del Tropical Disease Institute en Sheba y con un experto ingeniero de agua, para realizar una evaluación de necesidades”, contó el profesor Bar-On. “Después de nuestra evaluación y de reunirnos con el ministro de Salud en Zambia y su equipo, decidimos desplegar un equipo médico para llegar aquí”, agregó.
Esa delegación incluyó dos médicos, dos enfermeras y un técnico de laboratorio. Juntos, están trabajando en el centro de tratamiento central para el cólera establecido en el estadio nacional del país en Lusaka.
“El equipo israelí está trabajando mano a mano con los profesionales de la salud locales para tratar de erradicar esta terrible enfermedad”, explicó Bar-On. Además de tratar a los pacientes, el equipo estableció un laboratorio muy necesario para diagnosticar la enfermedad.
“En los últimos días se ha registrado una disminución en el número de nuevos casos de cólera registrados, posiblemente indicando el final del brote actual, sin embargo, sin importar la infraestructura de agua y alcantarillado, los brotes repetidos son inevitables”, previno el Prof. Bar-On.
De acuerdo con la creencia judía de Tikkun Olam y la larga historia de sus proyectos de ayuda humanitaria, como el recién inaugurado centro establecido hace tan solo seis meses, su objetivo es hacer de la medicina de desastres y la ayuda humanitaria en los países en desarrollo una prioridad. El Prof. Bar-On cree que proyectos como estos también pueden ayudar a mejorar la reputación de la atención médica israelí en todo el mundo.