Según el sondeo, el 68 por ciento de los israelíes opina que habría que haber postergado el voto tal y como lo proponía Sharon mientras que el 26 por ciento está a favor de laposición de Netanyahu y el resto no manifiesta opinión.
Entre los partidarios del Likud, los porcentajes son del 64 por ciento por la postura de Sharon y del 35 por ciento por la de Netanyahu respectivamente.
A la pregunta: «?A quién querría ver a la cabeza del Likud como candidato al cargo de primer ministro?», el 55 por ciento de los israelíes respondieron que a Sharon (54 por ciento entre los electores del Likud), el 23 por ciento optaron por Netanyahu (35 por ciento entre los electores del Likud) y el resto respondió que ni uno ni otro o no manifestó opinión.
El sondeo fue realizado por el instituto Dahaf sobre una muestra de 501 personas representativa de la población israelí y tiene un margen de error del 4,5 por ciento.
Sobre la cuestión de si Israel debía o no aceptar la idea de un Estado palestino en el marco de un acuerdo de paz final, el 63 por ciento de los israelíes respondió que sí (43 por ciento entre los electores del Likud).
Sharon reiteró ayer su compromiso de brindar «la seguridad y la paz» en una intervención ante los diputados de su partido y afirmó que no tendría en cuenta el voto del comité central del Likud. Por su parte, Netanyahu admitió hoy que la mayoría de los israelíes no comparte su opinión «pero continuaré luchando contra un Estado palestino, aún cuando el pueblo israelí no sea aún consciente de los peligros que representará para nuestra existencia».