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Itongadol/AJN.- Ayman Odeh, líder del bloque de partidos árabes en la Knesset, el Parlamento de Israel, se preparaba para una entrevista en directo para el noticiero de anoche de Canal 2 de la televisión israelí. Fue anoche, en pleno centro de la ciudad de Nazareth.
De pronto, y cuando la transmisión ya había comenzado, pasó por allí el alcalde de Nazareth, Ali Salam. Desde su automóvil comenzó a gritarle al legislador que se vaya de su ciudad y lo acusó – junto con los demás legisladores árabes israelíes – de arruinar la coexistencia y destruir su ciudad.
El alcalde ya había dicho en varias entrevistas que los legisladores árabes israelíes aprovechan la situación para “hacer política”, pero que en la práctica “no hacen nada”. “Yo los culpo, porque ellos son los líderes y lo que está sucediendo no es apropiado. Están arruinando nuestro futuro, nuestra coexistencia”, declaró Salam a Radio Galei Tzahal la semana pasada.
Salam aclaró que él tampoco está de acuerdo con la actitud del gobierno israelí respecto de la Explanada de las Mezquitas, pero “hay otras maneras de hacer oir la voz de los árabes”, advirtió.
Anoche, desde su automóvil, le gritó al legislador Ayman Odeh: “Ayman, vete a otra parte a buscar qué hacer. Ustedes nos destruyeron la ciudad, vete de aquí con tus entrevistas. Vete a Haifa, vete, basta”.
Visiblemente sorprendido, Odeh le preguntó: “¿Qué te sucede?” y con un gesto quiso darle a entender que estaban saliendo al aire, por televisión.
Pero el alcalde no se detuvo, y le gritó: “¿Por qué das una entrevista? ¿Por qué méritos? ¿Qué nos haces? No haces nada, sólo organizaste una manifestación. Ustedes quemaron todo, cállate, véte de aquí”.
Odeh intentó acercarse, para calmar los ánimos y decirle algo, pero rápidamente volvió a pararse frente a la cámara, sin discutir con Ali Salam.