Itongadol.- Funcionarios del Gran Rabinato de Israel están buscando establecer una “política kashrut” (para la comida kosher), en un esfuerzo por aumentar el poder de la autoridad sobre las empresas que presentan su mercadería como tal pero no tienen un certificado emitido por el ente oficial.
En un memorándum de ley distribuido ayer en la Knesset, parlamento israelí, el vice ministro de Servicios Religiosos, Eli Ben Dahan, propuso que inspectores kashrut del rabinato puedan entrar a restaurantes y negocios, tomar muestras de comida, y obligar a los ciudadanos a identificarse e incluso ser llamados a interrogatorio.
Los inspectores de la “política kashrut” – miembros de la División de Fraude Kashrut del Gran Rabinato – usarían bandas identificadoras e incluso uniformes, según el memorándum.
Funcionarios de la oficina de Dahan dijeron que la medida es el primer paso para regular la supervisión kashrut en Israel, la cual abunda en irregularidades y falta de transparencia. En etapas futuras, Dahan, un rabino certificado y miembro del partido Habayit Hayehudi, espera dañar la relación dependiente entre los inspectores kashrut y aquellos a quien inspeccionan – propietarios que actualmente pagan los salarios de los inspectores.
El propósito principal de la política kashrut es terminar con la incidencia de establecimientos que se llaman a sí mismos kosher pero no tienen un certificado. En los últimos años restaurantes y cafés en Jerusalem, y, luego de su iniciativa, en otras ciudades comenzaron a operar sin estos permisos del rabinato.
Los propietarios de las empresas dijeron que hacerlo era un acto de protesta y malestar por las demandas no razonables hechas por el rabinato y sus inspectores. Sin embargo, estos restaurantes y cafés se mantuvieron kosher, a veces teniendo incluso un estándar más estricto que las leyes dietéticas judías que requieren las regulaciones. La División de Fraude Kashrut multó seriamente a algunos empresarios, incluso a aquellos que no mostraban el certificado en donde aparecía la palabra “kosher”, pero los procedimientos legales contra éstos pararon en cierto punto.
Bajo la ley israelí, los propietarios no pueden vender su mercadería como kosher, o usar esta palabra en ninguna forma, a menos que hayan obtenido un certificado kashrut del Gran Rabinato.