Itongadol.- “Estamos instalando sistemas que unen todas las oficinas a la red informática global y las vinculamos de modo que quienes están visualmente lejos de la central en Jerusalem se sientan muy cerca en el corazón”, explicó Nissim Ventura (foto), responsable de Internet y Comunicación de la Unidad de Informática de la Agencia Judía para Israel, a la Agencia Judía de Noticias (AJN), a su paso por Buenos Aires.
Ese organismo “es responsable de toda la base de datos (de la entidad), en su oficina en Jerusalem, y tenemos oficinas en Buenos Aires, Nueva York, Londres, Rusia, Ucrania y Australia”, precisó quien se desempeña en esa área hace casi 25 años.
“Antes había que remitir informes, pero hoy, gracias a la tecnología, la actividad de la Agencia Judía respecto de la aliá y la educación es global; por ejemplo, antes un proceso de aliá podía demandar hasta dos años y hoy, frente a una computadora, en seis meses un olé puede saber perfectamente qué le espera en Israel; antes se necesitaban cartas y hoy se usan correos electrónicos y registros informáticos”, comparó.
Así, “cualquier representante de la Agencia Judía que tenga una computadora e Internet puede tener al instante toda la información que necesite”, agregó el funcionario, que también estuvo en Montevideo, San Pablo, Rio de Janeiro y Santiago de Chile.
“Cuando termine mi trabajo aquí y vea cuánto ayudé a la gente y cómo el sistema une a todos como se debe, será tarea cumplida; ése es mi desafío”, sintetizó.
Por su trabajo, Ventura suele recorrer el mundo e incluso llegar a lugares exóticos: “Estuve en Etiopía o en Novosibirsk, Siberia, con 40 grados bajo cero, e hice lo mismo que en Buenos Aires”.
“Me pasó algo muy emotivo en Etiopía en 2009: llegamos después de que el gobierno de Israel autorizara la aliá de todos los falashmura que quedaban, y debíamos instalar muy rápido un sistema porque querían terminar enseguida”, relató a AJN.
“Cuando supieron que veníamos de Israel quisieron besarnos los pies porque para ellos llegábamos de Jerusalem, algo que los fascina y de la cual hablan todo el tiempo y tienen imágenes en sus habitaciones…”, se sorprendió el experto informático.
“En Gondar, la gente vive en chozas de paja”, así que “no había Internet, nada, y tuvimos que llevar técnicos de cualquier parte; los cables estaban colgados de columnas y de pronto se puso a llover y tuvimos que trabajar en esas condiciones…”, recordó.
“Lo que más me emocionó fue que uno de los trabajadores que todavía estaba en Etiopía y hablaba hebreo pudo comunicarse con su familia, que hizo aliá en alguna de las operaciones anteriores y estaba en el mercaz klitá de Mevaseret Tzión, en Jerusalem, con la cual hacía mucho tiempo que no hablaba, y se puso a llorar”, subrayó Ventura.
“En Gondar no sabían lo que era Internet y de pronto vieron que podían hablar a través de Skype y ver a su familia en Israel; estaban realmente conmocionados”, insistió.
“Otra cosa que me emocionó fue que creamos una escuela de estudios judaicos y era maravilloso verlos estudiar Torá y rezar allí, e incluso el 70-80 por ciento del proceso de conversión lo hicieron en Gondar”, contó el responsable de Internet y Comunicación de la Unidad de Informática de la Agencia Judía para Israel.