Itongadol/AJN.- El Centro Wiesenthal instó a la Organización de Estados Americanos (OEA) a que, en correspondencia con la Unión Europea, establezca una lista de organizaciones calificadas como terroristas y que incluya a la agrupación libanesa Hezbollah.
“La prohibición de Hezbollah en el hemisferio occidental es vital para la seguridad en las Américas”, sostuvo la organización a través de un comunicado de prensa.
En una carta enviada al secretario general de la OEA , José Miguel Insulza, el Centro Wiesenthal argumentó que este pedido “se funda en la comprobación de la responsabilidad de Hezbollah en ataques cometidos en territorio europeo, siendo el más reciente el ocurrido en julio de 2012 en el aeropuerto de Burgas, Bulgaria, precisamente al cumplirse 18 años del ataque terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina, AMIA, que provocó la muerte de 85 personas y más de 300 heridos en la ciudad de Buenos Aires”.
El documento que lleva las firmas de Shimon Samuels, director de Relaciones Internacionales del Centro Wiesenthal, y Sergio Widder, director para América Latina, “para arribar a la decisión referida, la Unión Europea tomó en cuenta su Posición Común 931, que en su artículo 1 (3) define la acción terrorista como ‘el acto intencionado que, por su naturaleza o su contexto, pueda perjudicar gravemente a un país o a una organización internacional, tipificado como delito según el Derecho nacional’, y que puede tener como propósito, entre otros, ‘intimidar gravemente a una población; obligar indebidamente a los Gobiernos o a una organización internacional a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo; atentar contra la vida o desestabilizar gravemente o destruir las estructuras políticas fundamentales, constitucionales, económicas o sociales de un país o de una organización internacional’”.
“Entre las acciones que cita como medios para alcanzar tales objetivos –continúa la carta- se mencionan: atentados contra la vida o la integridad física de una persona; secuestro o toma de rehenes; causar destrucciones masivas a un gobierno o a instalaciones o públicas, sistemas de transporte, infraestructuras, etc.; apoderamiento de aeronaves y de buques o de otros medios de transporte colectivo o de mercancías; fabricación, tenencia, adquisición, transporte, suministro o utilización de armas de fuego, explosivos, armas nucleares, biológicas y químicas e investigación y desarrollo de armas biológicas y químicas; participación en las actividades de un grupo terrorista, incluido el suministro de información o medios materiales, o mediante cualquier forma de financiación de sus actividades, con conocimiento de que esa participación contribuirá a las actividades delictivas del grupo”.
El Centro Wiesenthal señaló que “para llevar adelante sus actividades terroristas, Hezbollah cuenta con una amplia red de apoyo, confirmada por un reciente dictamen de la Unidad Especial de Investigación para la causa AMIA a cargo del fiscal Alberto Nisman, que se enfoca en una red de células dormidas vinculada a Hezbollah e Irán en Sudamérica, que data de la década de 1980”. “Este tipo de redes, sea en Europa o en las Américas, ofrecen cobertura para recaudar fondos, en especial a través del tráfico de narcóticos, y para reclutar nuevos miembros para la Jihad , y alimentar de ese modo las acciones ‘militares’ de Hezbollah”, señaló Samuels.
“La designación de Hezbollah como una organización terrorista por parte de la Unión Europea impondrá un límite a sus operaciones y búsqueda de recursos en ese continente, e impulsará al grupo a fortalecer su despliegue en nuestro hemisferio. Creemos que una investigación especial por parte de la OEA debería prestar especial atención a los vínculos entre Hezbollah y el crimen organizado vinculado a los narcóticos en nuestra región”, agregó Widder.
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