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Cerca de 100 hombres jóvenes ultra ortodoxos – la mayoría de ellos casados con hijos – se unieron al Servicio Nacional-Civil de Israel el domingo luego de un descanso de cinco meses.
Funcionarios del cuerpo nacional estiman que 150 voluntarios se habrán unido para fines de enero como una alternativa al servicio militar.
A pesar de que el gobierno permitió que la administración retome el reclutamiento incluso sin que esté la legislación en orden para preservar el sistema, solo se llenó un 20% de los puestos disponibles.
Según la Administración, el número de estudiantes de yeshiva interesados en unirse al servicio civil es mucho más alto, pero debido a la situación creada luego de la cancelación de la Ley Tal muchos están impedidos de unirse al sistema. Fuentes del gobierno han dicho que muchos voluntarios desean unirse pero que no lo hacen debido a la incertidumbre que generó la reciente decisión estatal.
”Los elementos haredi radicales que objetan al servicio están advirtiendo a voluntarios potenciales de que la Corte Suprema de Justicia podría desestimar el acuerdo actual y que estarían forzados a unirse en el ejército cuando hayan dejado su yeshivot”, explicó una de las fuentes.
El ministro de Ciencia y Tecnología de Israel, Daniel Herzshkowitz, quien está a cargo del Servicio Nacional-Civil, y el director general de la Administración, Sar Shalom Jerbi, intentaron clamar los temores de los nuevos reclutas el domingo y les prometieron que su status no cambiaría incluso si la Corte decidiese revocar el acuerdo.
Una fuente de la Administración estimó que la corte podría permitir que aquellos que ya han comenzado su servicio lo completen, incluso si se decide contra mayores reclutamientos.