«No, no a la corrupción», «Sí a las reformas» eran algunos de los eslóganes de los manifestantes. Poco antes, las Brigadas
de los Mártires de Al Aqsa, un grupo armado que dice estar vinculado al presidente de la Autoridad Palestina, había estimado que el nombramiento del sobrino de Arafat provocaría luchas intestinas.
«Anunciamos nuestro total rechazo del nombramiento de un símbolo de la corrupción, Musa Arafat, como director de la seguridad general», afirmaron las Brigadas de Al Aqsa en un comunicado. «Este nombramiento constituye una señal peligrosa y abre la puerta a peligrosos resultados, lo que conducirá a un conflicto interno», agregó el comunicado.
Yasir Arafat rechazó hoy la dimisión presentada por su primer ministro, Ahmed Qorei, y anunció una reorganización de los servicios de seguridad, tras la serie de secuestros sin precedentes en la franja de Gaza, que pasarán de ocho a tres: Policía, servicio de seguridad general y servicio de inteligencia.
El general Musa Arafat fue designado a la cabeza del servicio de seguridad general. El jefe de la Policía, el general Ghazi Jabali, secuestrado ayer durante cuatro horas por un grupo palestino que lo acusaba de «corrupción», fue reemplazado por el general Saeb al Ajez. El jefe de la inteligencia sigue siendo el general Amin al Hindi, cuya renuncia, ayer, fue rechazada por Arafat.