(Reuters) – Israel ha solicitado a Washington que intervenga para evitar una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas después de que el Tribunal Internacional de la ONU dictaminara que la barrera que está construyendo en Cisjordania es ilegal, dijo el sábado el ministro de Exteriores israelí Silvan Shalom.
«El asunto irá al Consejo de Seguridad porque los (palestinos) tienen una mayoría automática en la Asamblea General de la ONU», dijo Shalom a Israel Radio, añadiendo que había solicitado a responsables de EEUU que impidieran que cualquier resolución fuera adoptada.
Las autoridades de EEUU dejaron claro, después de que el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya emitiera el viernes la opinión no vinculante, que se oponían a la implicación de la ONU en el asunto.
«No creemos que sea el foro apropiado para resolver lo que es un asunto político», dijo el portavoz de la Casa Blanca Scott McClellan, añadiendo que debería resolverse a través del plan de paz internacional establecido, la Hoja de
Ruta.
Mientras, en un nuevo episodio de violencia una joven palestina de 16 años murió el sábado por disparos del ejército israelí cerca de la frontera entre Gaza y Egipto, dijeron familiares y médicos. Fuentes militares dijeron que no tenían conocimiento de dicho incidente con tropas israelíes.
Haneen Abu Samhadana estaba en su piso cuando unos disparos atravesaron la ventana, alcanzándole en el pecho, dijo su hermana.
En la sede de Naciones Unidas, los enviados árabes dijeron que los palestinos solicitarían la semana próxima a la Asamblea General de la ONU que adopte una resolución no vinculante confirmando la decisión del tribunal.
Nabil Abu Rdainah, asesor de alto rango del presidente palestino Yaser Arafat, dijo que los palestinos utilizarían la decisión para presionar al Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la ONU – que solicitó la opinión de la corte – para «que aísle y castigue» a Israel.
Israel aseguró que continuaría con la barrera ya que considera que evita que los suicidas palestinos se infiltren en sus ciudades procedentes de Cisjordania y maten a cientos de ciudadanos.
Los palestinos califican la barrera, que ha separado a miles de sus territorios, escuelas y hospitales, un «muro apartheid», que les impedirá crear un estado viable.