Krubera y Voronya es la cueva más profunda que se ha explorado en todo el mundo. La misma se encuentra en la República de Abjazia, que se encuentra muy cerca del Mar Muerto. Tiene casi 2 kilómetros de profundidad, muchas ramificaciones y pasajes peligrosos.
Uno de los participantes de la expedición fue Boaz Langford de la Universidad Hebrea, quien en diálogo con la televisión israelí contó: “Nuestro objetivo era romper el record mundial, y luego de mucho esfuerzo lo logramos al haber llegado a los 2200 metros de profundidad por debajo de la superficie”.
En un intento por describir su experiencia en el interior de la tierra dijo: “Hay una atmosfera muy potente. Hay allí abajo cantidades agua a las que no estamos acostumbrados. Hay un momento en el que es necesario nadar en ella”.
Langford contó que su familia vivió el momento que él salió de la cueva no tanto con emoción, sino que con mucho alivio. También hizo referencia al momento mismo que volvió a la superficie: “De pronto comprendí lo difícil que era volver a percibir los olores y los colores”, describió. “Pensé que era una lástima no haber salido a la noche, para hacerlo gradualmente. Realmente uno olvida cómo se ve el mundo exterior”, agregó.
Sobre sus planes para el futuro contó: “En Israel no faltan cuevas, aunque de hecho éstas son más pequeñas y menos profundas, pero el hecho de que son en Israel lo hace diferente”.