EFE.-Se trata de uno de los tramos más polémicos de la construcción debido a la larga distancia entre la barrera que erige Israel en esa zona y la «línea verde», que separa Cisjordania de Israel, y porque constituye la expropiación de unos 125 kilómetros cuadrados de tierras palestinas.
La concentración hoy de unos 300 palestinos y pacifistas extranjeros fue reprimida por las fuerzas de seguridad israelíes con gases lacrimógenos y balas de acero recubiertas de caucho lo que provocó problemas respiratorios a cuatro de los manifestantes.
Las obras en los terrenos de Skaka, al este del asentamiento de Ariel, comenzaron el pasado lunes y hoy también afectan a tierras que pertenecen a la localidad de Salfit.
Ariel, construido en el distrito palestino de Salfit, es, con alrededor de 35.000 habitantes, uno de los enclaves judíos más poblados de Cisjordania.
Con la construcción del muro de separación en esa zona Israel se anexionará, entre otros, los asentamientos de Ariel, Kedumim e Imanuel, así como aldeas y terrenos palestinos a su alrededor.
La administración estadounidense criticó esta semana la construcción del muro en ese área a pesar de que ha accedido a que Israel se expropie zonas de Cisjordania como parte de un solución permanente al conflicto entre palestinos e israelíes
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