Un maniquí con un cinturón explosivo. Una cantidad de armas confiscadas y documentos que muestran cómo operan los grupos extremistas islámicos. Esto es parte de lo que puede verse en una exposición recién inaugurada en Israel, que transmite una inquietante visión de casi cuatro años de violencia palestina. Y ya generó polémica.
La muestra, en el museo del Centro de Inteligencia y Terrorismo, junto a una base del ejército en las afueras de Tel Aviv, incluye escenas truculentas de ataques terroristas y documentos destinados a vincular a las autoridades palestinas con actos de violencia.
El creador del museo, Reuven Ehrlich, un coronel retirado de la inteligencia militar israelí, señaló que «el objetivo es tratar de presentar el terror, la sociedad que respalda el terror».
Los palestinos, que atribuyen la hostilidad a la ocupación israelí en Cisjordania y Gaza, denunciaron la muestra y aseguraron que sólo servirá para crear más animosidad.
El ministro del gabinete palestino Saeb Erekat se quejó de que la muestra no ayuda al entendimiento entre ambas partes. «Tales acciones para vilipendiar a otros y ganar puntos y hacer del enemigo un demonio no harán sino agregar al sufrimiento del pueblo», sostuvo.
TEL AVIV. AP
Fte Clarin