La legisladora judeoestadounidense Gabrielle Giffords anunció ayer, domingo, que esta semana renunciará a su banca para centrarse en su recuperación, a un año de que casi la asesinaran de un tiro en la cabeza durante una balacera que mató a seis transeúntes, el 8 de enero de 2011 (foto en un acto por el aniversario).
“No recuerdo mucho de ese horrible día, pero nunca olvidaré la confianza que depositaron en mí para ser vuestra voz”, declaró en un video.
“Gracias por sus plegarias y por darme tiempo para recuperarme”, pero “tengo más trabajo que hacer en mi rehabilitación y para hacer lo mejor para Arizona renunciaré esta semana”, anticipó Giffords.
“Estoy mejorando y todos los días mi espíritu crece”, así que “volveré y trabajaremos juntos por Arizona y por este gran país”, concluyó.
Giffords se sometió a meses de tratamiento y terapia antes de ser dada de alta del hospital en junio, para ser cuidada por su esposo, el ex astronauta Mark Kelly, en Houston.
Si bien tuvo una breve aparición en el Congreso para emitir un voto clave, no participó activamente de la actividad legislativa mientras hacía terapia.
El presunto tirador, Jared Lee Loughner, de 22 años, está en tratamiento psiquiátrico después de haber sido declarado incompetente para ser juzgado por 49 cargos federales derivados del ataque.
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