Decenas de activistas y vecinos recibieron en la noche de hoy, miércoles, a la familia del soldado secuestrado Gilad Shalit, a su regreso a su casa de Mitzpe Hila, en el norte de Israel, tras abandonar su carpa de protesta en Jerusalem después que el gabinete aprobara esta madrugada un intercambio de prisioneros que permitiría la liberación de su hijo.
“Estoy encantado de volver a casa y estoy esperando a Gilad”, dijo su padre, Noam.
“Deseo verlo bajar las escaleras de la casa para completar el círculo”, agregó.
“Ha sido un largo camino, es hora de que Gilad regrese a casa”, resumió Noam.
Por su parte, su otro hijo, Yoel, añadió al llegar que “esta noche se siente como un verdadero regreso a casa”,
“Nunca creí que tendríamos una fiesta tan feliz”, señaló en referencia al comienzo de Sucot, la festividad de las cabañas.
“Me siento emocionado y un poco nervioso porque Gilad todavía no está en casa”, finalizó el hermano Gilad (en la foto, con su padre y esposa, Yaara).
Esta mañana, la madre de Gilad, Aviva, le agradeció al gobierno de Netanyahu por aprobar el acuerdo de intercambio y dijo que era una “decisión valiente”.
“Las familias desconsoladas siempre estarán con nosotros y siempre recordaremos a Hanan (Barak) y Pavel (Slutzker), que fueron asesinados en el incidente” del secuestro de Shalit, cerca de la frontera con la Franja de Gaza, el 25 de junio del 2006, agregó.
“Hemos esperado días, semanas y años, y ahora estamos aguardando ansiosamente el momento en que veamos a Gilad llegar a casa”, añadió Noam.
Ambos padres también le agradecieron al presidente francés, Nicolás Sarkozy, por sus esfuerzos para asegurar la liberación del soldado, y se reunieron con el presidente de Israel, Shimon Peres, y el embajador de Francia, Christophe Bigot.
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