Del lado palestino, el primer ministro Ahmed Qorei afirmó que la muerte de Al Rantissi era «un resultado directo del aliento y el alineamiento total» de Estados Unidos hacia el Estado hebreo.
En un comunicado difundido en Ramala, Qorei y el Gobierno palestino anotaron que «esta ofensiva terrorista israelí es un resultado directo del aliento norteamericano y la parcialidad total de la Administración estadounidense hacia Israel, apoyando sus planes y ofreciéndole una cobertura política para usurpar la tierra palestina y para matar, reprimir y destruir».
Poco antes, el ministro encargado de Negociaciones, Saeb Erakat, estimó que Israel deberá asumir las consecuencias de este asesinato, que calificó de «crimen horrible».
«Condenamos firmemente este crimen horrible y esta política de terrorismo de Estado que el Gobierno de Israel ha elegido poner en práctica asesinando al doctor Rantissi. El Gobierno israelí deberá asumir las consencias de este crimen horrible y pedimos a la comunidad internacional que despliegue inmediatamente una fuerza de protección internacional en los territorios palestinos», declaró Erakat.