Los palestinos enfurecidos corrieron al hospital Shiffa mientras los civiles llamaban a Rantisi por altavoces desde varias mezquitas de la ciudad y exigían la revancha.
Los palestinos quemaron neumáticos y bloquearon varias calles, mientras milicianos disparaban al aire en señal de duelo y para expresar su furia por el asesinato de Rantisi.
Testigos palestinos, médicos y fuentes de la seguridad agregaron que el líder de Hamás resultó muerto en la explosión de un coche.
Los testigos aseguraron que una enorme explosión se escuchó en una calle al norte de la ciudad de Gaza, tras lo cual cientos de personas corrieron hacia el vehículo para rescatar a las personas que estaban dentro.
Fuentes de la seguridad palestina dijeron que un pequeño avión espía sin piloto sobrevolaba Gaza, cuando se escuchó la explosión en toda la ciudad.
Dijeron que la bomba fue colocada aparentemente bajo su automóvil por supuestos colaboracionistas que trabajan para los servicios secretos israelíes y precisaron que el avión detonó el artefacto explosivo.
Cuando las radios locales anunciaron que Rantisi había sido asesinado, cientos de personas salieron a las calles de Gaza y Cisjordania