Los concentrados pidieron al primer ministro palestino, Ahmed Qurea (Abú Alá), que abandone todo contacto con el Gobierno del primer ministro israelí, Ariel Sharón, hasta que frene el levantamiento del muro.
Algunos instaron a Abú Alá a que cese de proveer de cemento a los israelíes para la construcción del muro, a pesar de las reiteradas declaraciones del primer ministro palestino sobre que la compañía de cemento familiar nada tiene que ver con el muro.
Israel sostiene que el muro es necesario para proteger a los israelíes de los atacantes suicidas, mientras que la población palestina sufre las consecuencias de la expropiación de tierras y el aislamiento obligado al que son sometidos.