EFE).- El número de civiles israelíes armados se sitúa en 373.900 tras aumentar en 59.000 desde que comenzó el alzamiento palestino contra la ocupación militar en Cisjordania y Gaza, hace casi tres años y medio.
Según estadísticas del Ministerio del Interior, dadas a conocer hoy, jueves, por el diario «Yediot Aharonot», el porcentaje de los civiles que solicitaron permiso de armas se elevó desde el comienzo de la «Intifada de la mezquita de Al Aksa», el 28 de septiembre del 2000, en un 300 por ciento.
Uno de cada diez hombres entre los 6,5 millones de habitantes del país posee una pistola; entre las mujeres van armadas 15.000, y 32.000 civiles portan armas sin la correspondiente autorización.
El Ministerio del Interior suele rechazar las peticiones de un 50 por ciento de los que piden permiso para ir armados, generalmente alegando razones de seguridad. Este es el motivo por el cual se les conceden los permisos a los colonos de los asentamientos judíos.
Entre los que obtuvieron el permiso desde que comenzó la «Intifada» están 23.690 civiles y 35.000 ciudadanos que trabajan para empresas privadas de seguridad en centros comerciales, en edificios públicos, cines y otros sitios públicos.
Expertos consultados por el rotativo de Tel Aviv advirtieron de que muchos de los que portan armas no saben cómo y en qué circunstancias emplearlas, lo que implica un «gran peligro».
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