Concretamente, Lieberman hace hincapié en el desproporcionado tamaño de la misión diplomática iraní en La Paz, lo que Israel relaciona con el interés de Teherán en acceder a los depósitos de uranio de Bolivia.
Asimismo advierte de que la falta de control en los desplazamientos de iraníes a Venezuela y Bolivia impide a las autoridades locales saber quién ha entrado a sus países y con qué intenciones.
Por otro lado, Lieberman estima que el Gobierno de Argentina está en crisis y es un esclavo del modelo que ofrece el Ejecutivo venezolano de Hugo Chávez.
UN CONFLICTO ENTRE MODERADOS Y EXTREMISTAS
Durante una cena en Perú con dignatarios del Gobierno de Alan García y con miembros de la influyente comunidad judía del país, Lieberman establece que en realidad el conflicto de Oriente Próximo no se basa en la confrontación entre israelíes y palestinos, sino entre moderados y extremistas.
Por ello opina que la mayor amenaza a la que se enfrentan los gobiernos árabes son grupos como Hamás, la Yihad, Hezbolá y los Hermanos Musulmanes, en lugar de Israel. Por encima de todo, en dicho encuentro quiso subrayar que el mayor problema de la región es Irán, que podría desencadenar una carrera nuclear en Oriente Próximo si consigue fabricar una bomba atómica.
Al término de su gira latinoamericana, el jefe de la diplomacia hebrea concluyó que esta había sido útil para trasladar la realidad de Israel a los países del subcontinente.