Esta será, según fuentes del Gobierno, la reacción al atentado de dos suicidas palestinos, uno de HAMAS y otros de las Brigadas de los Mártires de Al Aksa, que el domingo pasado causaron la muerte de diez operarios israelíes al inmolarse en el puerto de Ashdod.
Según fuentes del Gobierno israelí, lo que los ministros del Gabinete de Seguridad decidirán esta jornada es «poner en práctica decisiones ya aprobadas» y que no se aplicaron en su momento para «combatir contra el terrorismo».
Por otra parte, fuentes militares citadas hoy por la prensa israelí indicaron que las que se aproximan son «operaciones nunca vistas», y que fueron analizadas ayer por el ministro de Defensa, general Shaul Mofaz, y jefes superiores de las Fuerzas Armadas.
Las operaciones, añadieron esas fuentes, incluyen la intensificación de los «asesinatos selectivos» no sólo contra jefes de la resistencia armada sino, también contra dirigentes políticos de las facciones que la conforman, lo que hace suponer que entre esos objetivos estarían el jeque Ahmed Yasín, fundador de la organización integrista HAMAS, y su portavoz Abdel Aziz Rantisi.
Yasín, tretrapléjico, y Rantisi, resultaron con heridas leves a finales del año anterior, al ser atacados en Gaza por helicópteros Apache de la Fuerza Aérea israelí.
La primera de las operaciones se registró esta madrugada, cuando una fuerzas militar dinamitó un edificio en el cruce del asentamiento judío de Netzarim, en los extramuros de la ciudad de Gaza, y en la que murieron dos policías palestinos.
Fuentes palestinas, que daban por heridos a los agentes policiales, decían que se trata de un establecimiento educativo de dos plantas. Los israelíes alegan que desde ese edificio atacaban los militantes palestinos a sus convoyes y disparaban cohetes contra asentamientos judíos de la zona.
Uno de esos cohetes fabricados en talleres metalúrgicos de Gaza, alcanzó hoy una vivienda del asentamiento de Nevé Dekalim y causó grandes destrozos pero no víctimas, informaron fuentes militares.
Tras el doble ataque en el puerto de Ashdod, un objetivo estratégico de primera magnitud para Israel, varios ministros de Estado exigieron la deportación del presidente palestino, Yaser Arafat, confinado en la «Mukata» de Ramala desde diciembre de 2001.
El diario Haaretz informa hoy de que Arafat, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), se opuso anoche a una petición de jefes de la seguridad palestina para actuar contra las facciones de la resistencia contra la ocupación israelí en Cisjordania y Gaza.
El diputado palestino Ziad abu Ziad declaró hoy a la radio pública israelí que «no puedo creer» que Arafat haya prohibido a los organismos policiales de la ANP actuar contra la resistencia, y destacó que, de hecho, el dispositivo palestino de seguridad se halla bloqueado por que el Ejército israelí controla toda Cisjordania.
Las autoridades militares han convocado hoy a la prensa para presentarle Abdulá Qurán, un niño de 10 años de edad, detenido ayer en una barrera militar junto al pueblo de Hauara, al sur de Naplusa, con una carga de siete a diez kilos de explosivos.
El niño, devuelto anoche a sus padres después de ser interrogado, dijo que no sabía que llevaba explosivos en un paquete que le había encomendado una persona antes de trasponer la barrera, donde fue descubierto por una agente de la policía de frontera.
Los explosivos iban a ser detonados por medio de un teléfono celular y, entre otros, habrían causado la muerte del chico, explicaron las autoridades militares.
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