Madrid. – El jueves se cumplían dos años y medio de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York, exactamente 911 días, cifra que los anglosajones transcribirían como 9-11 para referirse al 11 de septiembre.
El secretario estadounidense de Seguridad Nacional, Tom Ridge, que se encontraba el jueves en Bangkok, dijo que «hay muchas especulaciones» sobre la autoría de la masacre, pero al mismo tiempo señaló que éstas podrían ser «precursoras de nuevos ataques en Estados Unidos». Al margen de que las Brigadas del Mártir Abu Hafs Al Masri sea un grupo que tiene por costumbre asumir cualquier atentado importante –como han señalado los servicios de inteligencia británicos y estadounidenses–, Tom Ridge venía a dar crédito al contenido del mensaje enviado al diario árabe «Al Qods Al Arabi», que se edita en Londres, por un grupo vinculado a Al Qaeda. El editor del diario –que ha recibido en otras ocasiones mensajes de la red terrorista– afirmó que la misiva «podría ser auténtica».
Esto vendría a refrendar las últimas amenazas de Al Qaeda de actuar en Europa, a la vez que en Japón y, de nuevo, en EE.UU. El último mensaje atribuido a Ossama Bin Laden llamaba a atentar contra todos los estados implicados en la guerra de Iraq.
Sea el grupo de Al Masri –que toma el nombre de guerra de Mohamed Atef, uno de los lugartenientes de Ossama Bin Laden, muerto en Afganistán en octubre del 2001–, hay que tener en cuenta que Al Qaeda, según diversos analistas, es una especie de «supermercado» del terror, una franquicia.
En este mismo sentido se manifestaron ayer fuentes acreditadas de la seguridad israelíes consultados por este diario, que se inclinaron por la hipótesis de que grupos islámicos estén detrás de los atentados. Dichas fuentes afirmaron que el «juego» de la fecha de aniversario del 11S no sólo es muy del gusto de los grupos terroristas islámicos sino que, asimismo, tanto el comunicado como el modus operandi y los materiales como empleados en Madrid «demuestran la implicación de grupos islámicos directa o indirectamente relacionados con Al Qaeda».
El Gobierno israelí se ofreció el jueves a enviar un equipo de forenses, en caso de que fueran necesarios, al tiempo que los servicios de seguridad españoles e israelíes estarían colaborando en la investigación. En el pasado ha existido colaboración israelí en la lucha contra ETA, pero sólo a nivel de intercambio de información, ya que el grupo terrorista vasco estaba considerado por el Gobierno israelí como de ámbito local. En esta ocasión, la dimensión de los atentados podría haber abierto otras vías. Las fuentes consultadas dijeron, poco antes del comunicado de ETA desmintiendo su autoría, que «no hay información suficiente para saber si ETA estuvo involucrada, pero sí los grupos islámicos».
Los titulares de los principales diarios israelíes se inclinaban de manera contundente por la hipótesis de los islamistas: España se vería desde ahora implicada en el llamado terrorismo global.
En un congreso sobre lucha antiterrorista celebrado el pasado otoño en Israel que reunió a 800 expertos, hubo coincidencias en señalar que Europa será escenario de grandes atentados. Según su organizador, Boas Ganor, «el mayor temor es que la próxima etapa sean atentados no convencionales», químicos o biológicos. Los servicios secretos piensan que hay numerosos agentes «dormidos» de Al Qaeda, tanto en España como en Europa. Según el diario «Haaretz», España habría sido elegida por ser un «objetivo blando» en términos de seguridad.
HENRIQUE CYMERMAN / FÉLIX FLORES
Fte L.V.D