El secretario de Educación de la AMIA, Fernando Romarowski, denunció en una entrevista exclusiva con la Agencia Judía de Noticias (AJN) que las máximas autoridades de esa institución provenientes del Bloque Unido Religioso boicotearon una reforma de la estructura educativa comunitaria.
En realidad, el proyecto “Reshet” había sufrido un duro golpe a fin del año pasado, cuando la escuela ORT, columna vertebral del mismo por la cantidad de sus alumnos y el aporte económico que debía realizar, decidió abandonarlo.
Romarowski relató que “una vez conformado el reglamento primario y la Comisión Directiva aparece el presidente de la escuela ORT, Héctor Rosenzvit, y decide apartarse del proyecto”, al cual “debilita estructuralmente dada la representatividad que tiene en el área de las secundarias, ya que prácticamente abarca el 85 por ciento de su alumnado”.
“Como el principal jugador, se arroga ciertas alternativas”; por ejemplo, aprobar “quiénes podían formar parte del Comité de Ética”, fundamentalmente “algunas personas que si bien tienen una trayectoria importantísima, no confluyen con el perfil ideológico de su escuela”, o “cómo sería aplicado y auditado el presupuesto en relación a la estructura”.
De todos modos y “según escuché, hubo objeciones en el marco de su Comisión Directiva a semejante aporte”, reveló el también prosecretario 2º de la AMIA.
“Fue muy sorpresiva y traumática la manera en que ORT decidió desistir porque había participado de todo el proceso, pero quiero dejar bien sentado que ORT no dijo que se retiraba definitivamente, sino que se apartaba en esta instancia y prefería ir trabajando con las autoridades que inicien el proceso algunos puntos que le parecían motivo de análisis”, aclaró.
De todos modos, prosiguió Romarowski, “creo que el hecho que ORT se haya ido no era una condición suficiente y necesaria para destruir la tarea que se había hecho y que la conducción política de la AMIA, a través de la Presidencia, la Vicepresidencia y la Tesorería, usó la situación para justificar la no continuidad de este proceso”.
Indignado, el secretario de Educación calificó como “un aprovechamiento de muy baja estofa” el que les adjudicó, sin nombrarlos, a Guillermo Borger, Ángel Barman y Bernardo Zugman, todos pertenecientes al Bloque Unido Religioso.
“Hoy por hoy, ya puedo pensar que fue una excusa porque habrían mantenido (la iniciativa) si hubiese habido una firme convicción de que esto era superador y generaba una situación de mucha trascendencia política para la actual conducción.”
Romarowski explicó que “la AMIA empezó a manifestar dudas y chicanas sobre el reglamento, que obviamente no se puede decir que algunas no tenían sustento, pero éste sería objeto de análisis y auditoría en la medida que el proceso comenzaba a funcionar”.
“Las escuelas me dijeron que esto fue un motivo de muchísimo desprestigio para la AMIA porque cayó al piso toda la credibilidad que se había generado durante el proceso”, prosiguió.
De hecho, la idea de Reshet "venía objetada por el Bloque Religioso en muchos aspectos” desde mucho antes, pero “no así la gente de Jabad, que estaba consustanciada con el proceso”.
Según Romarowski, éste fue el motivo de que nada se hiciera en todo este año respecto de la reforma educativa, si bien “el Vaad Hajinuj, que responde a la estructura anterior, siguió funcionando gracias a la corporación profesional que trabaja en la AMIA”.
Aun así, “en el último mes y medio hubo algunos intentos de las autoridades de la AMIA de reflotar todo esto”, probablemente debido a “presiones de muchísimos sectores porque es un estandarte de esta administración, que no cumplió como otras cosas del área social o el cementerio”.
Sin embargo, Romarowski se negó a reflotar la idea porque “como secretario de Educación considero que, por cuestiones éticas, no me siento en condiciones de generar una convocatoria a partir de una falta de honestidad en relación a lo que se comprometió la AMIA”.
Borger, Barman y Zugman “participaron de todo el proceso y fueron los principales generadores de que no se produzca, ¿qué grado de confiabilidad tienen los mensajes de aprobación que dan? Ninguno”, analizó.
Romarowski admitió que “estuve a punto de renunciar, pero con algunas escuelas laicas y conservadoras evaluamos que era conveniente que el tema siga vigente” hasta el recambio presidencial, a producirse en mayo de 2011.
“En tanto las (nuevas) autoridades se comprometan a la implementación del proyecto, se verá si este proceso muy superador se lleva a cabo, y si no, a lo mejor las escuelas consideran que deben organizarse por fuera de la AMIA porque ésta no es un factor aglutinante para llevar adelante todo esto”, profetizó.
Consultado acerca de por qué decidió difundir el terma ahora, el también prosecretario 2º de la AMIA, representante de Avodá y con buenos vínculos con AMIA es de todos, respondió que “quiero que la gente sepa qué pasó y que (Reshet) está dentro del menú de opciones para la próxima elección”, a realizarse en abril.
Al respecto, consideró “absolutamente imprescindible” que la educación juegue un rol fundamental en la campaña proselitista “porque las escuelas son el marco organizado, formidable y excluyente que transmite todos los valores de la continuidad judía”.
De cara a los próximos comicios, “mi deseo es que se llegue a un frente absolutamente no ortodoxo -pero no antiortodoxo- porque la comunidad debe estructurarse en función de objetivos y no de estructuras”.
Sobre sus aspiraciones personales, Romarowski anticipó que “si recibo el respaldo suficiente para implementar este proyecto, me sentiré muy halagado y seguiré adelante”, aunque deberá “trabajar mucho para reconformar la confiabilidad de los factores, que no es fácil y nos llevó un enorme esfuerzo” oportunamente.
Al fracaso de Reshet “lo vivo como una frustración”, que atribuye a “la falta de decisión política”, si bien “hay autocrítica”.
En este sentido y si bien “fue sorpresiva la actitud que tomó el presidente de ORT, no tuve el suficiente reflejo de involucrarme en algún proceso previo como para contenerla”.
Además, “hay componentes de la estructura de la AMIA -funcionarios y políticos, inclusive de mi propia fuerza- que por mi inexperiencia recién pude identificar qué papel juegan” bastante tarde, se sinceró el secretario de Educación.
Se trata de gente “que en la foto los veía a favor, pero estaban en contra”.
“No es fácil convivir con personajes vinculados al Vaad Hajinuj, de muchos años con fracasos sistemáticos para reconocer que hay gente nueva y honesta que quiere hacer cosas diferentes y no viene a robar los recursos de la AMIA”, resumió Romarowski.
Reshet fue una iniciativa de las escuelas, iniciada en 2007 en un Foro de Directores, que después de un año y medio dio lugar a un Foro de Presidentes.
La idea fue apoyada por la AMIA y pretendía “el desarrollo y la implementación de las políticas educativas que surgen de la Red Escolar Judía, interpretar la realidad educativa y promover el acercamiento de una masa importantísima de chicos judíos que no asisten a esas escuelas”, sintetizó Romarowski.
En Reshet estaban incluidas todas las escuelas judías del país, salvo Martin Buber, que “no confiaba en el desarrollo del proceso, más que todo por situaciones anteriores relativas a la AMIA y la política interna”, entendió el secretario de Educación “después de haber tenido algunas conversaciones con su presidente, Adolfo Muler”.
“Este marco intentó generar una estructura dentro de la AMIA, con financiamiento propio y autarquía administrativa, para que no sólo tenga injerencia en las cuestiones formales -relación con los organismos nacionales y extranjeros vinculados con la educación-, sino que también ayude a solventar toda la problemática que hace a la relación entre las escuelas y de ellas con la comunidad”, recordó.
Entre otras características, Reshet absorbería y reestructuraría el Vaad Hajinuj, “que hoy es un pequeño departamento de servicios”, según Romarowski.
El proyecto era mucho más extenso y ambicioso, y sólo el tiempo indicará si sólo se trató de una utopía de buenas intenciones.
05/10/2024