El Ejército israelí comenzó hoy a desenterrar los cuerpos de los combatientes libaneses que debe entregar el jueves al movimiento chií libanés Hezbolá en el marco de un intercambio de prisioneros y de cuerpos.
Los militares israelíes sacaron los cuerpos enterrados en el cementerio de Amiad, en el norte de Israel, cerca de la localidad de Rosh Pina. Los restos fueron colocados a continuación en féretros de madera e introducidos en vehículos del Ejército.
El comandante militar de la región norte de Israel, el general Benny Gantz llegó al lugar para supervisar la operación mientras que el Ejército decretó el cementerio «zona militar cerrada» cuyo acceso está prohibido a la prensa.
Israel debe restituir el próximo jueves los restos de 59 libaneses en el puesto fronterizo de de Rosh Hanikra por mediación de la Cruz Roja y en virtud del acuerdo con Hezbolá. El acuerdo, concluido gracias a la mediación de Alemania, consiste en la liberación por Israel de cientos de prisioneros a cambio de los restos de tres soldados israelíes y de Elhanan Tannenbaum, un coronel de la reserva israelí secuestrado por Hezbolá en octubre de 2000.