Eitan Ronel, un Teniente Coronel retirado, devolvió esta semana su insignia al comandante, junto con una carta llena de disgusto » la vida humana ha perdido el sentido y los valores en los que fuimos criados, así como la pureza de las armas, se han convertido en una mala broma,» escribió el 4 de enero en el diario Ha´aretz.
La protesta de Ronel contra la conducción de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) en los territorio no es la primera ni será la última. Lo pilotos reservistas, los comandos «Sayeret» (Unidad de Elite ) y los 12° promoción de graduados también lo han hecho antes que él. Antes que ellos, los cuatro jefes del Shin Bet y el ex jefe del Mossad (Servicio de Seguridad Interior y Servicio de Seguridad Exterior) . Con anterioridad a estos hemos tenido a B´Tselem y Gush Shalom[1][1], mas los Beilins y Sarids y los Burgs[2][2], que son grandes en la paz con los palestinos y se identifican con su dolor. Tenemos comités que investigan las circunstancias de diversas operaciones en que fueron muertos mujeres y niños palestinos. Tenemos una Corte Suprema a la que todo palestino puede apelar. Tenemos una prensa que no permitirá la menor injusticia o equivocación. Tenemos columnistas cuyos corazones laten junto con los de los palestinos.
Lo que quisiera saber es por qué no hay nadie del otro lado quejándose contra la política de odio y sangre de la Autoridad Palestina. Donde está su B´Tselem? Dónde están los palestinos que se rehusan y objetan el asesinato de mujeres y niños?
Lo que sucede es que, cuando civiles son accidentalmente asesinados en una de nuestras operaciones militares, todos claman inmediatamente por una investigación, mientras que sus suicidas no tienen escrúpulos en abordar un autobús con niños o entrar a un restaurant repleto y volarse, completamente conscientes a quien se están llevando con ellos. No solo no son denunciados, sino que sus familias son tratadas con respeto y colmados de atenciones y pensiones.
Mientras nosotros peleamos amargamente sobre las formas de resolver el conflicto, el gobierno palestino tiene solo una sola forma, y ésta comienza y termina con la violencia. Los palestinos beben del odio a Israel con la leche de sus madres. Desde la niñez, se les enseña que los judíos deben morir. En sus libros de textos, no dice, por supuesto, que los que se apoderaron de sus derechos fueron los países árabes, que invadieron la tierra que les asignó, en el plan de partición, las Naciones Unidas cuando atacaron en 1948.
No dice que solo fueron liberados de la ocupación árabe en 1967 – por Israel. De hecho, ha sido mas fácil para ellos presionar por un estado independiente bajo el control israelí que si hubieran estado bajo la ley jordano-egipcia.
Cuando un momento verdaderamente histórico surge – los Acuerdos de Oslo, la iniciativa de Clinton y Barak – es cuando hay una escalada de atentados suicidas en el corazón de los centros urbanos de Israel. Los palestinos han cruzado todos los límites. Han convertido a los israelíes pacifistas en radicales, incitándolos a una rebelión furiosa, contra los que está sucediendo a su alrededor. Pero mientras nosotros respondemos, mientras nos torturamos, mientras continuamos preguntándonos cada segundo si no nos hemos extralimitado y puede ser que sea hora de detenerse, los palestinos no han mostrado nunca ni el menor arrepentimiento sobre un ataque, no importa cuan masivo y cruel haya sido.
En vez de que la AP mantenga al Hamas controlado, es el Hamas el que establece el tono.
Incluso en tiempos de desgracia y dolor, las dos partes están en polos opuestos. Cuando nosotros enterramos a nuestros muertos, lloramos en silencio ante la tumba. Para ellos, cada funeral se convierte en una manifestación estridente de odio e incitación contra Israel.
La sociedad israelí está inmersa en un áspero debate. El gobierno está siendo criticado por no hacer lo suficiente para terminar el conflicto. Antes de las Intifadas, había señales de que la coexistencia era posible. Decenas de miles de israelíes se movilizaban a los territorios – para arreglarse la dentadura, para reparar sus vehículos, para hacer sus compras de comestibles. Cientos de miles de palestinos trabajan del mismo modo en Israel.
Hoy, el único contacto es a través de los cañones de las armas, el puesto de control del ejército, los helicópteros armados, el misil Qassam y el cinturón explosivo. Los ataques en represalia del ejército israelí en los territorios puede que sean brutales, pero también hay gente que siente una pena intensamente amarga por los palestinos.
Aquí uno encuentra ira mezclada con compasión; allí uno encuentra ira mezclada con repugnancia. Bajo la superficie, en Israel, la esperanza por la paz continúa retumbando. Para ellos, el odio es total y ciego. Allí están con la hoja de ruta del Presidente Bush mirándolos a la cara atentamente y dándoles un Estado propio, y aún así no hacen ni un gesto que les abra la puerta: desmantelar la infraestructura terrorista. Abu Mazen estaba desahuciado y Abu Alá seguirá las órdenes de Arafat, quien conoce como nadie al terrorismo.
No es una cerca la que cambiará las cosas, sino demoliendo el muro de odio que los palestinos han construido entre los dos pueblos.Fte Emb de Israel en Bs As
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[1][1] B´Tselem y Gush Shalom – Activistas pacifistas y defensores de los derechos humanos de la extrema izquierda
[2][2] Yosi Beilin , Yosi Sarid – Partido Meretz , Abraham Burg – Partido Laborista (partidos de la oposición, de izquierda)