El satélite de 1.370 kilos, producto de la alta tecnología israelí, es explotado por la compañía privada Spacecom. Tiene una vida prevista de doce años, al igual que que «hermano» Amos-1, lanzado en 1996.
Amos-2 cubrirá a la vez una parte de Canadá, la costa oriental de Estados Unidos, la Europa del Este y una parte importante de Oriente Próximo, desde Egipto hasta Siria, Irán y Kuwait.
Su éxito comercial está prácticamente garantizado. Cientos de televisiones van a llegar a sus clientes a través de estos dos satélites, que distribuyen también todo tipo de servicios de telecomunicaciones (radio por cable, servicios de internet, etcétera).
El ministro israelí de Industria y Comercio, Ehud Olmert, se felicitó del éxito del lanzamiento. Israel «está en la punta de los países en alta tecnología», señaló a la televisión pública hebrea.
Fte E.Press