La propuesta del jefe del Gobierno israelí consiste en reanudar las negociaciones con la ANP según el plan de paz del Cuarteto de Madrid, la llamada «Hoja de ruta», pero si fracasaran dentro de unos meses aplicará Sharón una serie de «medidas unilaterales».
Entre estas medidas incluyó la retirada del Ejército de las ciudades autónomas de Cisjordania hasta una «línea de seguridad» en el territorio de Cisjordania, lo que de hecho significará la anexión de vastas extensiones de territorios palestinos.
De los territorios que unilateralmente se retirará, también ordenará Sharón la evacuación de los asentamientos judíos que no queden dentro de las zonas bajo control del Ejército.
Esa «línea de seguridad», así como el polémico «muro de seguridad» que Israel levanta en tierras palestinas de ese territorio ocupado desde la guerra de 1967, aseguró Sharón, «no será una frontera política», que es lo que temen los palestinos.
Estados Unidos, el principal aliado de Israel, así como la ANP y la comunidad internacional, que condenan la construcción de esa valla de obstáculos «para impedir la infiltración de terroristas palestinos», impugnan ese plan de «medidas unilaterales».
También los rechazan los partidos ultranacionalistas, que forman parte de la coalición de Gobierno, y amenazan a Sharón con abandonarla si ordenara evacuar asentamientos judíos de Cisjordania.
Un alto porcentaje de los interrogados para el sondeo de la emisora israelí -que no lo precisó- se mostraron escépticos acerca de que Sharón, a fin de cuentas, lleve a cabo su plan.
La primera prueba, la evacuación del asentamiento Migrón, levantado ilegalmente en el distrito cisjordano de Ramala se espera para la semana próxima. Según el sondeo, el 54 por ciento de los interrogados se manifestó en favor.
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