Jóvenes activistas de una facción radical palestina autodenominada «Partido de Liberación» atacaron al visitante poco después de entrar en la Mezquita de Al-Aksa, al tiempo que le lanzaban zapatos y otros objetos y le gritaban «traidor» y «colaboracionista», según algunos testigos.
Otros testigos relataron que los activistas islámicos le empujaron, abuchearon y le recriminaron por «venir a rezar en tierra bajo ocupación» y le exhortaron «a la Guerra Santa (Yihad)» contra Israel.
La imágenes del suceso que difundió en directo la televisión egipcia muestran que, en cierto momento, el ministro desfallece y es sujetado por un agente de seguridad israelí que entró tras oír el tumulto.
Según el protocolo, los servicios de seguridad israelíes no entran en las mezquitas a menos que sea estrictamente necesario, a fin de evitar susceptibilidades entre los musulmanes.
En la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén se halla la mezquita de Al-Aksa, tercer lugar más sagrado para el Islam después de La Meca y Medina -ambos en Arabia Saudí- y que Israel ocupó en la guerra de 1967 junto con Cisjordania y Gaza.
Los judíos conocen la Explanada de las Mezquitas como «Monte del Templo», por ser el lugar donde en épocas bíblicas se erigían los templos de Jerusalén.
Según fuentes palestinas los activistas islámicos también recriminaron al ministro el haber accedido a la Explanada por una puerta destinada a los no-musulmanes, como es la de los Mugrabim, situada junto al Muro de las Lamentaciones y usada generalmente por turistas.
Durante el suceso, Maher no sufrió heridas como consecuencia del ataque, sino que se vio afectado por una falta de respiración de carácter nervioso debido a los empujones y a su evacuación bajo los gritos e insultos de varias decenas de personas.
De la Explanada fue evacuado por su propio pie y bajo la escolta de la Policía y el servicio secreto israelíes, que le esperaban fuera de la mezquita.
Una segunda persona de la delegación egipcia cuyo estado es leve fue también trasladada al hospital Hadasa Ein Karem, centro médico al que esta tarde se desplazó el ministro israelí de Exteriores, Silván Shalom, para visitar a su huésped.
«Es una verdadera pena que radicales hayan atacado en un lugar sagrado a una persona que venía con un mensaje de paz», dijo Shalom al salir del hospital.
Fuentes del Ministerio israelí de Exteriores dijeron a EFE que «investiga los hechos en los que Maher fue atacado por feligreses musulmanes en la Explanada de las Mezquitas».
El suceso ha sido condenado tanto por el presidente palestino, Yaser Arafat, como por el jefe del Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Ahmed Qurea (Abu Alá), quien se apresuró a decir que «no afectará a nuestras relaciones con Egipto».
En unas breves declaraciones que hizo tras comunicar a la prensa que había hablado con Maher por teléfono para desearle una pronta recuperación, Abu Alá también elogió los esfuerzos de pacificación de Egipto entre israelíes y palestinos y aseguró que dará con los culpables.
Maher se hallaba hoy de visita en Israel dentro de los esfuerzos pacificadores de Egipto, país que en estos momentos juega un papel central en la concreción de un alto el fuego por parte de las milicias armadas palestinas.
En Jerusalén se había entrevistado ya con su colega Shalom y con el primer ministro Sharón, según las fuentes para conocer la postura de Israel sobre un nuevo cese de las hostilidades.
Fuentes de la oficina de Sharón dijeron que Israel «responderá favorablemente», y que el Ejército responderá con «calma donde haya calma».
Fte EFE