El ministro de Derechos Humanos brasileño, Paulo Vannuchi, calificó hoy, martes, de “dictador” al presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, y le reclamó que tenga “un mínimo de sentido común” y permita que Sakineh Mohammadi Ashtiani, la mujer iraní de 43 años condenada a morir lapidada por adulterio y acusada del asesinato de su marido, “venga a vivir a Brasil y se salve”.
"El gobierno de Lula está presionando diplomáticamente a Teherán” en ese sentido, confirmó Vannuchi en São Bernardo do Campo, y recordó que Brasil ayudó, junto con Turquía, a mediar ante el Organismo Internacional de Energía Atómica por el programa nuclear de Irán.
Ahmadinejad dijo ayer, lunes, que no admitirá el asilo de Sakineh en Brasil. "Creo que no hay necesidad de crearle problemas al presidente Lula" porque el asunto "se ha resuelto", si bien no dio detalles de cómo.
"Los jueces son independientes, pero hablé con el jefe del Poder Judicial y tampoco está de acuerdo con la propuesta de Brasil", aseguró.