El anuncio de la tercera entrevista entre ambos interlocutores esta semana se produjo tras concluir el encuentro de hoy, en el que Mitchell quería arrancar a Israel un acuerdo para frenar la ampliación de las colonias judías en Jerusalén Este y Cisjordania, condición palestina para reanudar el proceso de paz, estancado desde finales de 2008.
Consultado por Efe, el portavoz de Netanyahu, Mark Regev, se limitó a calificar la reunión de "buena", sin dar detalles.
Mitchell regresará el viernes a Jerusalén tras visitar países árabes vecinos para abordar las posibilidades de que hagan gestos de normalización hacia el Estado judío a cambio de que el Gobierno de Netanyahu dé pasos en favor de la paz.
En el marco de su gira por la región, el enviado de la Casa Blanca compartió anoche con el presidente palestino, Mahmud Abás, un "iftar", comida con la que los musulmanes rompen el ayuno diario en el mes de Ramadán, en la ciudad cisjordana de Ramala.
Tras su entrevista, ni Mitchell ni Abás hicieron declaraciones precisas sobre el contenido del encuentro.
El único que lo hizo fue Saeb Erekat, asesor de Abás y quien afirmó que "nuestra posición sigue siendo la misma. No hemos visto pasos que nos hagan modificarla. Hasta que no haya cambios por parte de Israel, no moveremos pieza".
Washington trabaja a contrarreloj para que israelíes y palestinos escenifiquen el regreso a la mesa de negociaciones con una reunión tripartita entre Abás, Netanyahu y el presidente de EEUU, Barack Obama, en torno al próximo día 23 en Nueva York, en paralelo a la Asamblea General de la ONU.
Las declaraciones de los portavoces oficiales de las diferentes partes y la necesidad de que Mitchell alargue su estancia en la región para una tercera cita con Netanyahu parecen indicar que hasta la fecha los esfuerzos estadounidenses no han dado fruto.