Richard Falk, un enviado especial de la Organización de Naciones Unidas a los territorios palestinos, acusó a Israel de cometer graves crímenes de guerra, por considerar que la Convención de Génova requiere que las fuerzas en guerra distingan entre targets militares y civiles circundantes.
“Si no es posible hacerlo, entonces el lanzamiento de los ataques es intrínsecamente ilegal y parece constituir un crimen de guerra de la mayor magnitud en virtud del derecho internacional ", argumentó Falk.
El funcionario explicó que “cuando las fronteras están cerradas, los civiles no pueden escapar de la orbita de los daños”.
Además, Falk apuntó que “la negación de los derechos de la gente a huir de la zona de guerra como refugiados también constituye un crimen contra la humanidad”.
Las presuntas violaciones cometidas por Israel incluyen “tener como objetivo militar escuelas, mezquitas y ambulancias” durante la ofensiva que ocurrió entre el 27 de diciembre y el 18 de enero.
El informe del representa de la ONU también acusó a las fuerzas israelíes de haber utilizado armas que contenían fósforo blanco.
Falk afirmó que el bloqueo en la Franja de Gaz, que afectó a 1.5 millones de personas, violó la Convención de Génova y esto sugiere además de crímenes de guerra y contra la humanidad.
Según el investigador, la agresión no estuvo justificada legalmente y puede representar un “crimen contra la paz”, un principio establecido en los juicios de Nuremberg contra criminales de guerra nazi.
En su reporte, Falk denunció que Israel le negó el ingreso al territorio dos semanas antes de comenzar la operación militar, forzándolo a abortar su misión en Gaza, sentando un “infortunado precedente” por tratarse de un enviado especial de las Naciones Unidas.
Además de poner en duda el alegato de Israel sobre el uso de civiles como escudos por parte de la organización islámica, Falk sugirió que el consejo de seguridad debe establecer un tribunal ad hoc en lo criminal para establecer responsabilidades.
El lunes, formalmente presentará su informe al Consejo de Derechos Humanos, un foro donde los miembros islámicos y los países africanos apoyados por China, Cuba y Rusia tienen mayoría. Ni Israel ni su principal aliado, los Estados Unidos, son miembros.
Falk coincidió con centros de derechos humanos palestinos, en el número de víctimas mortales de la ofensiva de Israel en diciembre y enero – 1.434 palestinos, entre ellos 960 civiles, mientras que Israel perdió 13 personas en el conflicto.
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