(EP/AP) – El máximo responsable de la seguridad del primer ministro Isaac Rabin cuando éste fue asesinado pidió hoy, día en el que se cumple el décimo aniversario de la muerte del político laborista, una nueva investigación del asesinato.
Dror Yitzhaki, que dirigía la unidad de guardaespaldas del Shin Bet, el servicio de seguridad interior israelí, en esa época, rechazó la teoría de que el asesino, Yigal Amir, un militante ultranacionalista, era el único responsable. Su petición de una nueva investigación con toda seguridad caldeará los ánimos de los activistas de extrema derecha, que piden desde hace tiempo otra investigación.
Amir disparó tres tiros que mataron a Isaac Rabin el 4 de noviembre de 1995 después de que el premio Nobel de la Paz asistiera a un acto pacifista en Tel Aviv. Amir fue condenado a cadena perpetua y se ha convertido en un icoco de los israelíes de línea dura que se oponen a la creación de un Estado palestino.
De acuerdo con los extractos de la primera entrevista concedida por Yitzhaki desde el asesinato y retransmitidos anoche por la Canal 2 de la televisión israelí –que hoy transmitirá la entrevista completa–, este afirma que asumió la responsabilidad del fallo de sus guardaespaldas en evitar el asesinato, tras el que dimitió, incluida «la actividad de los guardias de seguridad que han sido entrenados durante años (…) que la segunda bala, y no la primera, fuera suya». Los guardaespaldas no hicieron ningún disparo y Amir fue detenido en el lugar de los hechos.
Además, cinco meses antes del asesinato, un sargento de una unidad de inteligencia del Ejército escuchó una conversación en un baño público sobre un «pequeño yemení» que tenía una pistola y tenía serias intenciones de matar a Rabin, pero esa información no fue transmitida, según Yitzhaki. La familia de Amir había emigrado de Yemen.
Dado que todavía hay cuestiones pendientes en torno a los hechos que llevaron al asesinato, Yitzhaki se pregunta si se podría «establecer otra comisión estatal para investigar la verdad».