Itongadol.- Emisarios de Jabad Lubavitch que sirven en Nairobi, fueron atacados y golpeados en forma brutal durante un robo violento en la capital de Kenia el miércoles por la noche.
El rabino Shmuel Notik y su esposa Chaya, fueron golpeados y maniatados en la Casa de Jabad en Nairobi por una banda de cinco ladrones.
Notik, quien es israelí y se mudó a Kenia con su familia en 2014, fue levemente herido, mientras que los ladrones golpearon en la cabeza a su esposa durante la prueba y requirieron una cirugía luego del ataque.
Se cree que golpearon al rabino después de que intentó llamar a la policía. La pandilla luego amenazó con que lo atacarían a él ya su familia si él no cooperaba.
Sin embargo, poco después de amenazar a Notik, la pandilla entró en el dormitorio de la pareja donde dormía la esposa de Notik. Fue en este punto que fue atacada por los hombres, golpeada en la cabeza y golpeada. Los asaltantes también destruyeron las habitaciones de los niños.
La pandilla supuestamente golpeó a la pareja con palos y continuó amenazándolos.
Según los informes, el matrimonio y sus tres hijos lograron escapar de los asaltantes y se encerraron en un baño en la casa de Jabad, donde esperaron a que llegara la policía.
Además, se indicó que los ladrones también maniataron a dos estudiantes de la yeshiva que también estaban en la Casa de Jabad en el momento del robo.
Antes de escaparse, los ladrones destrozaron el lugar y robaron miles de dólares en computadoras, teléfonos móviles, artículos religiosos, joyas, alimentos y equipos de cocina industrial. Los pasaportes de la pareja también fueron tomados por la pandilla.
Esta no es la primera vez que Notik ha sido víctima de un robo. En 2014, a poco de mudarse a Kenia, Notik fue robado a punta de cuchillo mientras se dirigía a la sinagoga un viernes por la noche.
No tenía ningún objeto de valor sobre él para entregar a los asaltantes y le entregó su libro de oraciones y un alfiler de solapa, junto con un shofar que llevaba.
El Ministerio de Relaciones Exteriores confirmó que el incidente estaba siendo manejado por la policía local, mientras que el cónsul israelí en Kenia, Michael Bouzaglo, se comunicó con el rabino y su familia y les ofreció ayuda.