Agencia AJN.- Todo parece indicar que la guerra civil en Siria está entrando en una nueva etapa. El ejército israelí sigue con atención lo que sucede en el sur del país, y se prepara para el día después de la toma de Deraa. Israel intenta, por todos los medios a su alcance, que en el área no permanezcan las milicias pro-iraníes.
La toma de la ciudad de Deraa – ubicada a 30 kilómetros de Israel – resulta especialmente importante para el régimen de Bashar al Assad. Allí comenzaron las protestas, tras el encarcelamiento y torturas a adolescentes que tan sólo habían escrito un graffiti, y por quienes la gente comenzó a salir a las calles. Allí se creó el germen de lo que fueron los últimos 7 años de muerte, exilio y desesperación.
Al oeste de Deraa está la zona del Golán sirio, cerca de sus fronteras con Jordania e Israel. Allí ya se han visto, en los últimos días, los tristemente conocidos helicópteros de la Fuerza Aérea Siria, desde donde arrojan los barriles cargados de explosivos contra civiles, rebeldes armados, viviendas y hospitales sin distinción.
Mientras tanto, en el ámbito político-diplomático se libra otra faceta de esta batalla. Rusia intenta acordar una retirada “voluntaria” de al menos una parte de los rebeldes, y que la mayor parte de la zona vuelva a quedar en manos de Assad. También desean ver una retirada norteamericana de la base en Tanf, más cerca de la frontera con Irak y a lo cual la Administración Trump se niega por el momento.
Algunos analistas coinciden en que el intenso operativo que Assad lleva a cabo en Deraa no es más que un anticipo de lo que tiene planeado hacer en el Golán. El mismo Assad al que el Gobierno israelí ha denostado por sus brutales e indiscriminados ataques contra su propio pueblo y por el uso de armas químicas. Sin embargo, la presencia del Ejército sirio en el área, podría traer estabilidad. De este modo se podrían alejar tanto los combates que en los últimos años más de una vez se infiltraron en territorio israelí, como a la gran variedad de grupos armados – rebeldes, terroristas, yihadistas – que se establecieron muy cerca de la frontera común.
De todas maneras, la cuestión central para Israel en este contexto sigue siendo la presencia e influencia de Irán en el área, algo que sin duda está presente en las conversaciones de las autoridades israelíes con todos los factores involucrados en la cuestión.