Itongadol/AJN.- No había nada de la poesía de Dylan en sus letras. Tuvo una infancia áspera que pudo haberlo inspirado. En las entrevistas, él era a menudo vacilante. En el escenario, era apenas más expresivo.
En el Hyde Park de Londres hace pocas semanas, repitió "Muchas gracias muchas", unas cuantas veces. Su música, cuando se elevó, levantó el alma.
Este americano judío atrapó a su público con sus maravillosos álbumes y otorgó cuatro décadas de música.
Llegó a Israel a finales de los 80. Un videoclip que se descubrió en las últimas horas muestra al entonces baterista Stan Lynch y a otros compañeros de banda cerca del Muro Occidental con un miembro de la Banda Yeshiva de la Diáspora, obteniendo un rápido tutorial sobre los lugares santos, el judío de Jerusalem y las narraciones musulmanas, además de la eficacia de la oración.
Como siempre, Petty se esconde detrás de sus sombras, evidentemente interesado pero completamente discreto. "Eso es cierto," le dice a Lynch después de la mini-conferencia, mientras los dos caminan hacia el Muro.
Tenía un bajista judío en la banda en ese momento, Howie Epstein, que murió hace casi 15 años, a los 47 por abuso de drogas.
A lo largo de los años, millones de personas adquirieron el gusto por la creciente música rock de Petty. La estrella de rock se convirtió en una figura que vendía grandes cantidades de discos y en 2008 interpretó el show de medio tiempo del Super Bowl.
Él sabía que era una estrella pero se sentía privilegiado por la compañía musical que llevaba, especialmente junto a Bob Dylan, Roy Orbison, Jeff Lynne y George Harrison, Beatle que se convirtió en su amigo.
El lunes fue un día marcado por una tragedia inolvidable en América; al lado de eso, la muerte de Tom Petty es una nota al pie triste, sin relación. Musicalmente, es una pérdida importante; todavía estaba haciendo buenos discos y tocando maravillosos conciertos.
Lamentablemente para él, había dicho que la gira que acababa de terminar podía ser la última, porque quería pasar un poco más de tiempo con su nieta.
Su muerte repentina es otro recordatorio para todos de la fragilidad y la preciosidad de la vida. Al igual que a muchos otros se extrañará su música.