Itongadol.- La próxima vez que un huracán se avecine, el agua podrá ser segura para beber sin depender de la funcionalidad de una planta potabilizadora, gracias a los esfuerzos de una empresa de Israel.
"Debido a un desastre natural existe el riesgo de que una planta de tratamiento de agua esté totalmente fuera de servicio", explicó Henry Charrabe, director general de la empresa de tratamiento de aguas y aguas residuales, Fluence, fundada en Israel.
En muchos municipios norteamericanos, sólo hay un centro central de tratamiento de agua y si la planta se inunda o pierde electricidad, el agua de la ciudad ya no puede ser potable.
En respuesta a la amenaza creciente del cambio climático, Fluence vende sistemas de tratamiento de agua y de aguas residuales portátiles y prefabricadas que se instalaron en todo el mundo.
"Ponemos la unidad de tratamiento en el sitio del cliente para ahorrar el costo de la infraestructura y bombeo para la distribución", Charrabe comentó, hablando en la conferencia bianual WATEC del agua-tecnología en Tel Aviv.
Con un valor de mercado de 250 millones y ganancias esperadas de 90 millones de dólares este año, Fluence se formó en 2017.
Las plantas de tratamiento de agua móviles y pre-construidas pueden instalarse rápidamente y filtrar entre 1.000 y 1.500 metros cúbicos. de agua dulce por día, lo suficiente para satisfacer las necesidades de 10 mil personas para lavar, cocinar, bañarse durante 24 horas.
Su módulo de limpieza permite a las ciudades más pequeñas tratar rápida y fácilmente las aguas residuales usando niveles de energía mucho más bajos.