Itongadol.- KKL-JNF recibe a personal ya estudiantes de la pensión residencial de Haifa WIZO Ahuzat Yeladim, cuyos edificios se quemaron en los fuegos la semana pasada, en su campo y centro del bosque en Nes Harim cerca de Jerusalem.
Los estudiantes y profesores de la escuela de internado residencial WIZO Ahuzat Yeladim para jóvenes desfavorecidos estaban comiendo un tranquilo desayuno en la escuela de campo y bosque de KKL-JNF en Nes Harim cerca de Jerusalén el 1 de diciembre, pero en el fondo de sus mentes, todavía permanecen los recuerdos de las peligrosas llamas que destrozaron sus dormitorios y parte de su escuela en los incendios devastadores que estallaron en Haifa en la última semana de noviembre.
"Al principio no sabía lo que estaba pasando. Había mucho humo ", recordó Sami, de 16 años." Entonces vi a los estudiantes y maestros corriendo. Y cuando salimos corriendo del edificio vimos el fuego. Estábamos todos asustados pero el personal nos calmó".
Daniel, de 12 años, admitió que estaba tomando una siesta durante la clase de inglés cuando de repente se despertó y vio un montón de humo fuera de su aula. Los maestros tomaron a todos los estudiantes y empezaron a correr, dijo, pero se desmayó por inhalación de humo y su maestro tuvo que recogerlo y llevarlo a la puerta. "Fue loco. Lloré y llamé a mis padres", dijo mientras terminaba su desayuno israelí de ensalada, huevos y quesos en el comedor de la escuela de campo. "Me siento mejor aquí. Es agradable estar al aire libre, y además tienen buena comida. Me gusta dormir en una litera".
Los estudiantes fueron invitados para dos días de relajación por la División de Educación de KKL-JNF después de escuchar que el personal de la escuela estaba buscando un lugar para quedarse para que los estudiantes pudieran ir a casa para el fin de semana.
Mientras algunos de los niños ya se habían ido a casa, unos 60 estudiantes no pudieron regresar hasta el fin de semana y se necesitó una solución. "No teníamos un lugar donde ir y KKL-JNF abrió sus puertas para nosotros", dijo Barak Rimon, un maestro en la escuela. Nos han tratado como a la realeza. Estamos más que agradecidos con ellos".
Después de una experiencia tan desgarradora de estar justo en el epicentro del fuego, el personal quería encontrar una manera de proporcionar a los estudiantes con al menos un sentido temporal de estabilidad, dijo el profesor de educación nutricional Rahel Zanbel. La mayoría de los hogares de los maestros también estaban en la línea de fuego, dijo ella, incluyendo la suya y la de su hija. Cada vez que se escapaban a un lugar diferente, las llamas estaban justo detrás de ellas, recordó.
"Miramos hacia atrás y de nuevo las llamas nos habían alcanzado. Empezamos a correr de nuevo", dijo. La enfermera de la escuela había tenido la previsión de agarrar tantas máscaras quirúrgicas como pudo y las entregó a los estudiantes, aunque no había suficiente para todos.
"La incertidumbre ha sido muy difícil para los estudiantes y no tuvimos lugar para estar con ellos. Este es un regalo de KKL-JNF, nos llevaron y les damos las gracias por todo. Estamos muy cómodos aquí. Los estudiantes realmente necesitan el sentido de estabilidad ".
El 30 de noviembre, los estudiantes visitaron el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Museo Herzl antes de llegar al campo pastoril de Nes Harim y el Centro Forestal, donde se relajaron, cenaron y participaron en un juego de preguntas y respuestas KKL-JNF.
Al día siguiente, después del desayuno, el grupo fue a visitar la cercana cueva de estalactitas, y Linoy, de 14 años, tomó algunos selfies con su maestra Ya\’ara con vistas a las colinas de Judea. "Fue una experiencia muy mala. Era como si el fuego nos estuviera persiguiendo todo el tiempo ", dijo Linoy, sosteniendo la mano de Ya\’ara. "Me alegro de que nos sacaron de Haifa para relajarse un poco. Estoy muy feliz aquí".